A pocos días de haber cumplido 46, Natalia Lobo sopló las velitas con un sólo deseo en mente: "Pedí que nuestro amor con Ariel crezca", destacó, en referencia a su nueva pareja. La actriz se separó en junio de este año con el instructor de yoga Pablo Pirillo, tras 16 años de relación y con un hijo en común, Inti (14). Y con su nueva pareja prefiere ir a paso lento pero firme.
"Lo nuestro con Ariel (45) es paso a paso. Vuelvo a apostar al amor, pero en casas separadas. No es que queremos irnos a vivir juntos y formar una familia. Para mí es importante que cada uno conserve su espacio, como Magdalena Ruiz Guiñazú, que con su último gran amor, Sergio Dellacha, duraron veintisiete años, sin convivir. Si bien no sé en qué terminará lo nuestro, espero que ambos tengamos la sabiduría para que nuestro amor crezca, florezca y nos lleve a un lugar mejor. ¡Sería lindísimo envejecer juntos!", reveló la actriz en diálogo con la revista , mientras se encarga de todos los detalles de la nueva construcción de su casa, que será un triplex "cerca de la naturaleza", en La Lucila, Vicente López.
"Lo nuestro con Ariel (45) es paso a paso. Vuelvo a apostar al amor, pero en casas separadas. No es que queremos irnos a vivir juntos y formar una familia. Para mí es importante que cada uno conserve su espacio, como Magdalena Ruiz Guiñazú, que con su último gran amor, Sergio Dellacha, duraron veintisiete años, sin convivir. Si bien no sé en qué terminará lo nuestro, espero que ambos tengamos la sabiduría para que nuestro amor crezca, florezca y nos lleve a un lugar mejor".
Además, Natalia confesó que no pensaba en la posibilidad de volver a enamorarse: "Estaba convencida de que, para mí, esa etapa se había terminado. Me imaginaba una vida sola, con Inti, trabajando y no me generaba ningún conflicto... No estaba con nada de ganas de enamorarme, ni de conquistar a nadie".
"Con Ariel nos conocimos por una amiga en común. Coincidimos en un almuerzo y nos pusimos a charlar de nuestros respectivos divorcios. Si tuviera que describirlo, diría que fue un encuentro amistoso de dos personas que estaban compartiendo un mismo proceso", agregó.
¿Cuándo le volvió a latir fuerte su corazón? "Un día fuimos a comer y lo 'vi'. En el medio de la charla, lo miré a los ojos casi sin querer y vi su alma. Fue tan fuerte que me asusté. Es que cuando venís de haber formado una familia y de haberte separado, te da mucho miedo repetir la misma historia. Ariel es muy protector, algo absolutamente nuevo en mi vida porque nunca, nadie, jamás me cuidó. Estoy contenta", finalizó.
¡Casa nueva, vida nueva!
Fotos: revista ¡Hola! Argentina.