El escándalo se desató cuando Cinthia Fernández pidió a través de sus stories de Instagram el dato de un criadero de Caniches micro toys y explicó que compraría, en vez de adoptar, porque solo podía tener en su hogar un animal chiquito.
Los proteccionistas de los animales refutaron sus dichos sin filtro y le explicaron que puede conseguir un can chiquito -y hasta de raza- en refugios.
Antes los mil y un comentarios que recibió la panelista de LAM (eltrece) por haberse contado sus ganas de comprar un perro, hizo un fuerte descargo en Twitter y reivindicó su opinión.
"¡Y si me dicen asesina por no adoptar! ¡Ya me cansé!".
"¡Me dicen asesina por no adoptar! ¡Ya me cansé! El año pasado lo mismo... Y el perro me lo había regalado un amigo. Este año, uniré una raza específica y también soy asesina. Si fuera así las veterinarias que venden serían ilegales, el mundo sería ilegal", expresó.
Y se despidió remarcando su compromiso con los animales al recordar un episodio pasado. "Además, se olvidan de que fui la primera en ofrecerme y la que casi recibe en su casa al Golden que fue golpeado y se hizo viral, para ser adoptado. Y por cuestiones ajenas a mí no pasó. Pero bueno, putear todavía es gratis", sentenció.