En estos últimos años, el colectivo de mujeres y géneros disidentes alzaron su voz; la sororidad se puso en el centro de la escena uniendo a las mujeres contra las desigualdades, lejos del enfrentamiento y la competencia que les proponía el sistema patriarcal.
El movimiento feminista ayudó a más de una a apoyarse en la otra para avanzar hacia adelante. De hecho, China Suárez le agradece al colectivo por incentivarla a encontrar en sus compañeras la empatía, el apoyo y ya no la competencia.
"No te imaginás cuánto me ayudó el feminismo, escuchar, empatizar... Nos criaron con la mujer como enemiga, como rival, hasta que te das cuenta de la carga que tenemos las mujeres. Empezar a verlas como aliadas me sacó un gran peso de encima y me paró en otro lugar", reflexionó, sorora, en diálogo con El Planeta Urbano.