En el último tiempo se ha generado mayor conciencia sobre el bullying, el acoso físico o psicológico que sufren los chicos por parte de sus pares. Incentivados por la preocupación que despierta la problemática en la sociedad, muchos famosos han contado su propia experiencia: Ricardo Darín, Martina Stoessel, Karina "La Princesita" y Jelinek son sólo algunos de ellos.
Esta vez fue Eugenia Suárez quien reveló por primera vez que fue víctima de bullying durante su adolescencia. Ocurrió el lunes en Animales Sueltos, donde la actriz fue entrevistada por Alejandro Fantino horas antes de debutar en cine con la peli Abzurdah.
"En esa época iba caminando a mi casa sola a mi casa, a dos cuadras del colegio, y no tenía llaves, tenía que tocar el timbre. Y unos chicos de quinto año, de 18 años, me pegaron con pegamento el timbre para que no pudiera llamar a mi mamá".
Luego de contar que la “invitaron” a irse de un colegio por mala conducta, la China relató cómo fue su conflictivo paso por su nueva escuela: “Caí en el Divino Corazón, donde me hicieron mucho bullying porque entré siendo famosa. Me dejaban cartas en el banco amenazándome. Iba llorando al colegio, la pasé mal, no entendés lo que fue. En serio”.
Por ese entonces, la novia de David Bisbal formaba parte del elenco de la tira infantil Rincón de Luz, un trabajo que sus compañeros no le perdonaban: “Nunca lo conté. Entraba con la cabeza agachada porque me daba vergüenza trabajar en televisión. Las nenas más chicas venían a pedirme autógrafos y a las más populares no les gustaba nada. Fue terrible. Me hablaban todo el día de la televisión y yo quería ser una más”.
Con ganas de contar uno de los momentos más difíciles que le tocó pasar, Eugenia recordó una anécdota de lo que era su difícil día a día: “En esa época iba caminando a mi casa sola a mi casa, a dos cuadras del colegio, y no tenía llaves, tenía que tocar el timbre. Y unos chicos de quinto año, de 18 años, me pegaron con pegamento el timbre para que no pudiera llamar a mi mamá”.
Finalmente, la China terminó dejando la institución a raíz del bullying: “Me hicieron cosas horribles, me empujaron. Fue horrible, no quería ir a la escuela. Me fui del colegio. Un día la vi entrar a mi mamá llorando, que nunca la había visto llorar, pero ella veía lo mal que yo estaba y se moría. Estuve ahí un tiempo y después me fui”. Un nuevo relato que, ojalá, sirva para seguir reflexionando.