Chechu Bonelli quería jugar al fútbol. La pelota siempre había estado presente en la vida de su familia: sus tres hermanos se la pasaban jugando en la cancha, en San Nicolás, donde nació la conductora de ESPN. Su abuelo había llegado a ser presidente de un importante club de su ciudad, su papá era miembro de la subcomisión de baby fútbol de la institución e incluso su mamá formaba parte de ese mundo deportivo.
Pero, también, Chechu quería ser modelo. Por eso, cuando se enteró de que arrancaba el reality Súper M, no lo dudó y se anotó. Sin pensar que estos dos universos, el del modelaje y el de la cancha, podían ser incongruentes entre sí.
"Siempre le decía a mi papá que quería jugar al fútbol y ser modelo. Me decía que era imposible, que no eran compatibles las dos cosas", contó Bonelli en una entrevista que brindó al diario La Nación, en la que habló sobre sus primeros años como modelo y futbolista amateur.
Y así, con 17 años y recién salida del colegio, Chechu quedó preseleccionada en el programa y su papá le dio el visto bueno, aunque con una condición: que no posara en ropa interior. "'Vestida, por favor', me decía. Me llamaron y empece a quedar, a quedar, a quedar, a quedar... ", dijo la esposa del futbolista Darío Cvitanich.
"Siempre le decía a mi papá que quería jugar al fútbol y ser modelo. Me decía que era imposible, que no eran compatibles".
¿Y cómo fue que la modelo hizo pie en el fútbol, pasión que ya había revelado ante las cámaras del reality, donde llegó a hacer "jueguitos" y todo? Después de un desfile en Paseo Alcorta, la entrevistaron para canal Fox como "la modelo que más sabía de fútbol". A los días le hicieron una prueba de cámara y Bonelli entró, primero en un segmento de moda deportiva y, después, a un panel repleto de hombres, en Fútbol para todos.
Su vida oscilaba entre esos dos polos: el del fútbol y la moda. En la semana trabajaba en el programa, los sábados viajaba al interior a hacer desfiles y los domingos llegaba, se bajaba del avión y se iba a la cancha de Boca, de Racing, de Independiente o de River.
Además, Chechu se calzaba los botines y jugaba al fútbol. Algo que no era fácil de digerir en el universo del glamour de ese entonces. "Llegaba con moretones a los desfiles y me retaban. Una vez me acuerdo que la maquilladora me dijo: '¿Ay, qué tenés acá? ¿Qué te pasó?'", contó.
"Llegaba con moretones a los desfiles y me retaban. Una vez me acuerdo que la maquilladora me dijo: ´¿Ay, qué tenés acá?´".
Tiempo más tarde, todo cambió. "Después empezó a estar de moda el fútbol. Entonces todas las que miraban con cara de prejuicio se querían sumar a mi equipo. Y fue así como terminamos haciendo un equipo de modelos compitiendo en Pilar", cerró feliz.