Esta semana en Gran Hermano 2015 hay cuatro participantes en placa: Camila, Francisco, Matías y Mariano. Sin embargo, la producción decidió que en vez de hacer una sola cena con los nominados, haya dos.
Francisco Delgado (29) y Camila Cortese (27), entonces, compartieron una cuasi romántica velada a solas en la que charlaron, se rieron e... ¡histeriquearon!
Aunque claramente no se bancan y tienen personalidades muy opuestas, hay una marcada tensión sexual entre ambos y eso quedó de manifiesto en la noche del miércoles, post nominación. "Para hacerte amiga de este grupo, tenés que empezar a tratar bien al soldado estrella de este cuarto, que es el dueño de esta cama. Y la forma, es hacerle un servicio felatio. Pensalo", le dijo Francisco a Camila en una fuerte discusión. Poco le importó al muchacho que Romina, a quien besó tras hacer cucharita en la cama, estuviera presenciando la charla.
Como Francisco hablaba en tercera persona, Camila replicó sin vueltas: "Mirá cómo me quedo acá y no te hago ningún servicio. (…) Porque vos digas que soy linda, no voy a dejar de pensar lo que pienso de vos. Eso quiero que lo sepas ahora, y pi… grande tengo en mi casa, y muy grande. Por eso no lo dejo a Alvaro también.". Implacable, el ex de Gisela Bernal insistió: "Yo creo que esta noche Camila no tiene que dormir sola, tiene que dormir acompañada de un hombre".
En la noche del jueves, entonces, Delgado se preparó y se puso sus mejores galas para la cena, mientras que Camila eligió un vestido animal print, no se maquilló y según ella misma dijo "ni siquiera me puse perfume". Al ingresar al cuarto en el que iban a comer, Francisco comentó: "Gracias producción por los sorrentinos, me encantan. ¿A vos te gustan tus ravioles?". La bella joven respondió: "Sí, también me encantan, pero no tengo hambre".
"¿Por qué no estoy cenando yo con Mariano o Matías, ponele?", le preguntó Camila. Francisco respondió: "Porque nosotros somos el ying y el yang. Yo soy el bueno y vos la mala".
La cosa siguió: "¿Te acordás que te dije que cuando salgamos te quería invitar a cenar? Ahora tuviste que venir", disparó Delgado. Camila, que no da una por perdida, contestó: "Sí, pero no me invitaste. Tuvimos que venir obligados".
A lo largo de toooda la velada, ambos se tiraron darditos, pero intentando congraciarse el uno con el otro, casi imitando una salida a la plaza post clases del secundario.
¿Hay mala onda real entre ellos o es histeriqueo?