En la actualidad el nombre de Celeste Muriega suena por su supuesto romance con Hernán Drago pero lo cierto es que la bailarina vivió un largo tiempo en Dubai porque su novio de ese entonces trabajaba con Diego Maradona. En una charla con Leandro Rud, ella recordó esa etapa de su romance con Alejo Clérici y que su primer contacto con Rocío Oliva fue “una riña”.
En La Noche (El Nueve), Celeste contó que al llegar a Dubai junto a Clérici se sorprendió por la locura que generaba Maradona en la prensa local y lo bien que él se portó con ella. “Realmente, lo agarré en la mejor parte, agarré una etapa hermosa. Entonces, cuando veo noticias o las cosas que se dicen, digo: ‘No es el Diego que yo conozco’. Y hasta me duele (su muerte), quizás porque fue una persona tan mágica conmigo, tan buena”, recordó.
“En ese momento, no tomaba ni una gota de alcohol, nada. Estaba entrenando con Claudio Borges, que era su entrenador personal... tenía un equipo de trabajo muy copado. El asistía a todos los eventos que tenía que asistir. Se lo veía muy tranquilo. Qué sé yo... se la pasaba viendo series y películas con Rocío Oliva. Ella fue una gran compañera”, agregó Celeste, antes de ahondar en la personalidad de la ex del Diez.
“Yo percibo que Rocío fue una mujer muy importante de su vida. También viví una partecita cuando él se había reconciliado con Verónica, pero eso fue acá en Buenos Aires. Tuve la oportunidad de conocerla y me parece una divina. Y siempre tuve buena relación con ellas, más que nada porque era la novia de Alejo y quería paz y armonía en el ambiente y no tenía ganas de tener ninguna discusión con nadie”, dijo, antes de reconocer que sus comienzos con Oliva no fueron los mejores.
“Más allá de que con Rocío, cuando la conocí, tuve una especie de riña. Yo no la conocía y la primera impresión fue como rara, porque prendí la tele y vi que estaba hablando mal de Alejo y ya me agarró el ataque, entonces ahí salté con los tapones de punta”, explicó, antes de agregar que con el tiempo se hicieron amigas y compartían visitas a los shoppings y a las playas.
“Me acuerdo que estaba con Rocío y me decía: ‘Vamos al shopping’. Y yo estaba con una musculosa y ella me decía: ‘Pero te tenés que cambiar (…) Te tenés que tapar los hombros, sino no podés entrar’. Entones me tenía que prestar ropa, me daba una camperita de jean”, concluyó.