El juicio contra los 8 jóvenes rugbiers acusados por la muerte de Fernando Báez Sosa, comenzó hace unos días y desde ese entonces conmociona a todo el país, que sigue el tema de cerca.
Recordemos que, hace dos años, Fernando había salido a bailar con sus amigos y su novia al boliche Le Brique, mientras se encontraba vacacionando en Villa Gesell.
Allí, se topó con un grupo de jóvenes rugbiers, integrado por Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Lucas Pertossi, Luciano Pertossi y Ayrton Viollaz, quienes se enfurecieron y accionaron violentamente contra él hasta matarlo.
Pero desde que inició el jucio, sus caras han quedado completamente al descubierto, dejando entrever sensaciones y gestos
Si bien ninguno de los detenidos aún tuvo la oportunidad de hablar, hasta el momento solo habíamos podido observarlos públicamente con el barbijo puesto.
Pero desde que inició el jucio, sus caras han quedado completamente al descubierto, dejando entrever sensaciones y gestos que han brindado mucha información a los especialistas en comunicación no verbal sobre su conducta.
CASO FERNANDO BÁEZ SOSA, QUÉ DICEN LOS GESTOS DE LOS RUGBIERS
En el programa Arriba Argentinos, el experto Jose María Saráchaga analizó el accionar de los imputados en el caso: "Siguen estando todos callados. Muy mal coacheados, seguramente por alguien que no sabe y les aconsejó que se mostraran erguidos, derechos y sin bajar la mirada, pensando que eso los iba a vender como inocentes".
Y agregó: "En la expresión de los ojos, más allá de no uso del barbijo, se vieron las miradas de cansancio y agotamiento. Se veían derrotados, pero no arrepentidos".
"Esta es una estrategia absolutamente equivocada ya que genera más rechazo, tanto en el tribunal como en la opinión pública. Quien los asesoró no sabe de comunicación, y esta maniobra los terminó de hundir", concluyó Saráchaga.