La inusitada brutalidad con que se cometió el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, en el verano de 2020, asombró hasta al propio forense que hizo la operación de autopsia del cadáver.
"Lo que nos llamó la atención a todos fue la impronta de la zapatilla en la cara. Fue algo inusual que no estamos acostumbrados a ver con frecuencia", afirmó el médico Diego Duarte en Nosotros a la Mañana.
Entonces, el matriculado que declaró como testigo en el juicio agregó: "Primero nos mirábamos y nos preguntábamos '¿esto qué es? Y, es una zapatilla'. Era muy evidente. Eso nos llamó la atención".
"No fue una sola patada. Fue multicausales y multidireccionales. No tenía una sola marca sino que en todo el cráneo se han visto hematomas, marcas de las zapatillas del otro lado del mentón. Hubo varios lugares. Todos (los golpes) tienen signos de alta violencia. Tuvo que haber habido un golpe fuerte que lo deje inconsciente, y no tener fuerza para seguir recibiendo patadas", cerró el perito del cuerpo de Fernando Báez Sosa.
CÓMO PUDO QUEDARLE MARCADA UNA ZAPATILLA EN LA CARA A FERNANDO BÁEZ SOSA
El forense después admitió que se le "sigue anundando la garganta" cada vez que habla de la autopsia de Fernando Báez Sosa, y coincidió con Paula Trapani con que el joven fue víctima de una "violencia inusitada" y "la fuerza y una resistencia que lo avale".
"Obviamente estaba en el suelo y ofrecía una resistencia en el piso cuando recibió un golpe muy fuerte para dejar impregnada esa marca".