“Mi hijo me puso "La Leona" cuando Santiago Bal, su papá, me dejó. Cuando el papá se va de casa y yo me pongo de pie”, cuenta Carmen Barbieri, a pocos días del debut de Mañanísima en Ciudad Magazine. El ciclo, que arranca el lunes 9 de agosto a las 10:30, marca su vuelta a la conducción en TV, a menos de seis meses de salir de un coma inducido por complicaciones con el coronavirus que la puso al borde de la muerte.
“Yo soy de La Rioja y Caseros, ¿se ubican? Ahí cuando nacés te dan el diploma de macho y el carnet de Huracán. Y si sos mina, te embromás porque da igual”. La frase la suelta en un especial televisivo que hizo Sandro en 1990 y termina con ella cantando un tango frente al resto de los invitados, todos hombres. Termina cantando junto al anfitrión, pero no hay duda. Tiene el pelo rojizo corte tipo Raffaella Carrá y el look sería la envidia de Cruela de Vil. Ella está a cargo. Es la estrella.
Ahora, sonriente y platinadísima, dice que su apodo viene del final de Kill Bill, esa película que tiene una heroína feroz y vulnerable ("La leona se ha reunido con su cachorro y todo está bien en la selva"). Una heroína que no está dispuesta a que nada la embrome. A que nadie la joda.
"Siento que este mundo no cambió, nos dio vuelta y estamos todos boca abajo tratando de levantarnos. Me siento como cuando tenía 20 años y debuté en el teatro. Con ganas, nerviosa. Siento que vuelvo a empezar".
En una entrevista exclusiva con Ciudad, la actriz, conductora y humorista, habla de este regreso que no se parece a ningún otro. La Leona ha regresado y ruge más fuerte.
-¿Cómo sentís en esta vuelta a la tele con Mañanísima, un programa que para vos significan muchos regresos?
-¡Yo estaba esperando el llamando para hacer un magazine! ¡Y en Ciudad Magazine! Lo estaba esperando y llegó. Me convocan para ser la bastonera, la que lleva este programa que va a ser de entretenimiento y de información. Amo hacer un programa en vivo con actualidad, lo hice mucho tiempo y me fue muy bien. Me gusta llegar a la casa de las señoras, de los señores y por qué no de los niños y poder hacerlo en vivo. ¡Estoy muy feliz de estar en Ciudad Magazine!
Pampito y Estefanía Berardi acompañarán a Carmen en Mañanísima (Foto: Prensa Artear)
-Hace 13 años que hiciste El diario de Carmen, el último programa el que estuviste en la conducción. ¿En qué aspectos te ves hoy mejor y cuáles creés que van a ser un reto?
-¡Cuánto tiempo pasó! No estoy tan vieja, ¿no? (Risas). Me siento como pez en agua. Tranquila y con un programa en vivo que, para mí, es en carne viva y eso es bárbaro. Cuando lo grabás está muy bien, estás cuidada por la edición, pero hacerlo en vivo no hay con que darle. Me siento muy cómoda con las entrevistas, con la cocina y con la actualidad. Soy una persona que todo el tiempo está tratando de estar informada y es por mi forma de ser. Necesito estar informada y estar segura de lo que informo, por eso soy muy estudiosa y me gusta cuando mis productores dicen ‘esto no está bien’. Me gusta el trabajo después del trabajo, la producción. Amo hablarle a la cámara, a la gente.
"Fede venía de perder a su papá, de poder erradicar un tumor muy grande. Yo pensaba '¿y ahora se le muere la madre?'. '¡Cómo le voy a hacer esto a Fede!'".
Carmen Barbieri, después de sobrevivir al coronavirus
-Te tocó pasar una muy brava a principios del año, pero hoy estás a punto del debutar con tu ciclo. ¿Cómo vivís tener que entretener en un momento tan adverso para tanta gente?
-Es una gran responsabilidad, sacando que me divierto y que me encanta hacerlo. No solamente hay que informar, sino que hay que divertir a mucha gente que cree que no hay una salida cuando siempre la hay. Y lo puedo asegurar. Hay una salida a nivel salud, económico. Siempre hay una salida si uno se lo propone. Ese es el mensaje que quiero darle a la gente. Que se ría un poco con el programa, que se sonría, que se emocione, que sea solidario con lo poco que pueda ayudar y que la pase bien. Yo la paso bien cuando hago un programa así y hace tanto que no lo hago que es como volver a empezar. Yo siento que este mundo no es que cambió. Nos dio vuelta y estamos todos boca abajo tratando de levantarnos. Es un volver a empezar para todos. Me siento como cuando tenía 20 años y debuté en el teatro. Estaba con ganas, nerviosa. Así me siento yo, siento que vuelvo a empezar.
-Hace 6 meses recibías el alta médica después de haber estado en coma farmacológico con conexión a un respirador. ¿Hoy cómo estás de salud?
-Por suerte, estoy bien. Me contagié de covid y yo pensé que lo iba a pasar como una gripe, pero lo mío fue terrible, fue fatal. Yo estuve cerca de la muerte, pero siempre… Yo no sé si es una parte de mi locura como artista, pero con la esperanza de salir y de empezar a trabajar. Lo primero que quería era ver a mi hijo, porque yo en terapia intensiva no lo podía ver. La pasé muy mal y por momentos no sabía que me moría. Y me estaba muriendo. Estaba tan medicada, tan sedada. Estaba en estado crítico, que es más que grave, y yo pensaba “no lo le puedo hacer esto a mi hijo”. Yo soy muy santera, tengo una canasta con muchas vírgenes que amo, y le pedía a mi Virgen de Guadalupe que me dejara un rato más acá en la Tierra, que me faltaban cosas por hacer. Le doy gracias a la gente que hizo cadena de oraciones y en especial a los médicos que dejan la vida de la mano de ese virus que no se ve. Pero especialmente le pedía a la Virgen por mi hijo, Fede que venía de perder a su papá, de luchar con un cáncer y de poder erradicar un tumor muy grande. Yo pensaba “¿y ahora se le muere la madre?”. “¡Cómo le voy a hacer esto a Fede!”. Se ve que no era mi hora y el de arriba me ayudó.
"¡Es maravilloso Los 8 escalones del millón! Soy una afortunada de poder hacer mi programa a la mañana y salir corriendo para hacerlo en un momento en el que muchos amigos no pueden pagar el alquiler o les cuesta comer".
De Los 8 escalones a MasterChef Celebrity
-Te vemos por partida doble en la tele porque debutaste con Guido Kaczka en Los 8 escalones del millón. ¿Cómo te sentís en este nuevo rol?
-¡Es maravilloso! Guido es amigo de mi hijo, se quieren, y este es un programa que te entretiene, divierte y te informa. Aprendés muchísimo. Estoy feliz y sale bárbaro. Soy una afortunada de poder hacer mi programa a la mañana y salir corriendo para hacer Los 8 escalones del millón. Tengo muchos amigos que están sin trabajo, de artistas que no pueden ni pagar el alquiler y no tienen para comer. Soy una afortunada porque tuve muchas buenas ofertas de trabajo y me quedé con las mejores.
-Lo primero que hiciste cuando saliste de tu internación fue MasterChef Celebrity. Fue muy fuerte tu entrada. ¿Qué sensaciones tuviste?
-Fue genial porque me esperaron. Entré tarde y me fui un poco temprano. No pensaba en ganar, aunque uno siempre quiere hacerlo, pero un poquitito más me hubiera gustado estar. Me encanta cocinar, la pasé rebien, me trataron bárbaro y me esperaron, que eso es muy importante. Lo valoro mucho.
Foto: Instagram/ barbieri_carmen
-¿Volverías a una tercera o una cuarta temporada para una revancha?
-No me llamaron para una nueva temporada, pero me encantaría. Yo igual ya tengo mi programa. ¡Voy a cocinar en Mañanísima! Quiero invitar a grandes chefs y quiero enseñar a preparar comidas exóticas que no sean tan caras para que la gente en su casa pueda hacerlas. Cosas diferentes a las que hacemos siempre, como el estofado, el puchero, el guiso. Tal vez hacer un arroz como lo hacía mi mamá, mi abuela o mi suegra, la madre de Santiago Bal que era de colectividad judía, y me enseñaba a hacer con poca cosas maravillas.
"No estoy cerrada al amor, pero el tema de tener una pareja después de 26 años de estar con un hombre no es fácil. Si aparece, aparecerá".
Los amores de Carmen Barbieri: de Santiago Bal a la libertad de la soltería
-¿Cómo está tu corazón? ¿Tenés ganas de enamorarte?
-¡Muchos me preguntan cómo está mi corazón! Parece ser que todos quieren verme en pareja (Risas). Está bueno porque es una forma de quererme. Yo estoy muy bien sola. Lo malo de esto es que una se acostumbra a la soledad. Tengo un perrito divino, a María, que es una señora que cuida mi casa desde hace muchos años, y tengo a mi querida Verónica, que le decimos Penka. Estoy acompañada, tengo muchos amigos pero a nivel hombre desde que me separé del papá de Federico, de Santiago Bal, yo no tuve una relación. No encontré, no miré o no busqué. No estoy cerrada al amor, pero el tema de tener una pareja después de 26 años de estar con un hombre no es fácil. Si aparece, aparecerá. Creo que es algo que tiene más preocupados a mis amigos que a mí misma (Risas).
Foto: Web
-Después de un amor tan grande como el que tuvieron Santiago Bal y vos. ¿Quedan daños o secuelas para encarar una nueva relación?
-El amor después del amor. Es difícil volver a enamorarse. Tiene que ver con la edad, con tantos años de estar con un hombre. Ojalá me enamore. Los árabes cuando te tiran una maldición te dicen ‘ojalá que te enamores’ y los chinos dicen ‘ojalá vivas épocas de grandes cambios’ porque los cambios son un sacudón. No sé si viviría con esa persona porque después de estar tantos años con un hombre, que es el padre de tu hijo, pero no digo “nunca”. Yo creo en el amor, apesar de que a veces me fue mal. Sobre todo el primer año de la separación de Santiago lo pasé muy mal. Fue muy doloroso para mí. No pensaba que Santiago, mi marido… Perdón, mi exmarido. Me cuesta decir “mi exmarido”. No pensaba que el papá de mi hijo se iba a ir de casa. No imaginé nunca que me iba a quedar sola después de estar 26 años viviendo con alguien. Es muy dura la soledad, pero después te acostumbrás. Y después la amás. Sos libre.
-¿Cómo es esa libertad?
-Tenés tus horarios. Ojo, yo era libre estando en pareja, cada uno tenía sus amigos y teníamos a otras parejas amigos. Teníamos la libertad de salir cada uno respetando al otro. Hoy no estoy preparada para eso de porque el otro quiere ir al cine y yo no, por ejemplo, tenés que maquillarte y arreglarte. Me parece que ese tipo de cosas uno tiene que hacerlo por el otro y hoy no estoy lista para hacerlo. Pero si uno ama, hace tantas cosas. Después decís, “¿yo hice eso?”. Bueno, lo amaba.
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-¿Te arrepentiste de ese año de tanta exposición que tuvo su separación con vos adentro del Bailando?
-No me arrepiento, pero si hoy pudiera borrarlo de mi vida, lo haría. Borraría muchas cosas que dije, qué hice. Muchas notas que di estando muy enojada. ¡Era la que te hervía el conejo! ¡Estaba brava! Dije cosas con las que quizás lastimé a mucha gente. Estaba muy mal con la separación. Me dolió terriblemente. Yo había apostado a esa familia, a mi familia, todo. Había dejado muchas cosas por y para… Había perdido una vida con alguien que amaba como a Santiago.
"Intentamos varias veces ser amigas con Moria. Será por el carácter que tenemos. La quiero mucho, mucho y creo que ella a mí también. No vamos a poder ser y lo digo con melancolía. Me gustaría poder decir que soy su amiga".
-Debe haber sido muy duro.
-En ese primer año tormentoso yo le pregunté a Santiago qué pasó. Uno no sabe cómo ni por qué deja de amar. Él no sabía cómo contestarme y mi hijo me dijo “hace mucho que te dejó de amar y no te diste cuenta”. A veces uno por la locura del trabajo y el tiempo que nunca alcanza no se da cuenta. Yo pensé que era para toda la vida y no todo lo es. Yo pensé que iba a terminar la vida con él como tantos matrimonios de viejitos que tienen 50 años de casados. Pero mirá qué loco que él murió en mis brazos. Yo lo traje a mi casa estando enfermo y lo cuidé hasta el último día. Fue una relación muy linda, nunca tuvimos ninguna discusión, no hubo problemas. Nunca estuvimos en crisis, pero cuando nos separamos fue un desastre mediático. Me hago cargo, no al 100%, pero fue 50% y los de alrededor también tienen que hacerse cargo porque jugaron a ese juego terrible de la separación. Se mediatizó y yo me hago cargo. Lo sacaría de mi vida, pero no estoy arrepentida. ¡En ese momento lo quería matar!
Foto: Web
Carmen Barbieri, actriz, capocómica, vedette, conductora... ¡y diva de los memes!
-Vos sos graciosa por naturaleza, pero hay que reconocer que incluso estando enojada sos muy divertida, muy teatral. Muchos de esos momentos hoy son recuperados en memes, videos virales, stickers de WhatsApp. ¿Qué pensás de esto?
-Mis amigos se ríen tanto con mis latiguillos, como el “¿me estás retando?”. Mi hijo me dice “¡Qué año tuviste, mamita! Te levantabas de los móviles, te enojabas con todo el mundo”. Tengo muchas frases que quedaron. “¡No hay amigos en este ambiente!” (Risas). Yo digo frases y mi hijo me dice que después se convierten en títulos. Sobre todo, me causan mucha gracia. Yo todo lo tiro para el humor y tengo un humor negro que ojalá la gente entienda porque hay algunos no lo hacen. El humor es para mí un motor, como la música. Sin música y sin humor no sé cómo hubiera pasado por tantos malos momentos. ¡Me divierten mucho los memes! ¡Por momento me da hasta vergüenza las cosas que dije! (Risas).
-¿Cuáles son tus favoritos?
- “Somos tan hipócritas en este ambiente”. “¿Me estás retando?”. “¡Pará un poco, loca!” (Risas). Hay uno en el que me estoy desmayando en vivo en uno de mis programas en América. Digo “no me siento un poco bien” y me caigo desmayada. Me lo mandan mis amigos. ¡Muy divertido! O cuando estoy en el Bailando como jurado que le digo a Adriana Aguirre “sos sorda”, sorda a nivel ritmo musical. Le digo “sos sorda, nunca vas a bailar bien”. ¡Qué mala! Yo me veo diciéndole eso a esta mujer, ¡y cómo no se iba a enojar! “¡Lo que vi fue horrible!”, es otra.
-Hay uno que circuló por el Día del Amigo que sos vos diciéndole a Moria Casán que nunca iban a poder ser amigas. ¿Cómo está su relación?
-Lo intentamos varias veces. Será por el carácter que tenemos, pero no me siento enemiga de Moria. No estoy peleada ni distanciada, al contrario, yo la quiero mucho mucho y creo que ella a mí también. Pero amigas no vamos a poder ser y lo digo con melancolía. Me gustaría poder decir que soy amiga de Moria. Sobre muchas cosas pensamos lo mismo, tenemos la misma escuela del teatro y la televisión. Somos trabajadoras del espectáculo, respetuosas y cumplidoras de los horarios. Somos obreras de este trabajo, nos parecemos mucho, pero con saudade, como dirían los brasileros, digo que no vamos a ser nunca amigas.
"Si se hiciera una serie sobre mi vida me gustaría que Sol Pérez haga cuando yo era muy jovencita. Amo a Leticia Brédice y me encantaría que ella hiciera de aquella mujer de 30 años que fui. De esa época hay una lista de amoríos que me encantaría que los hiciera".
¿Carmen Barbieri, la serie?
-¿Cómo sería una serie sobre tu vida?
-Yo no soy tan importante para que me hagan una miniserie como la de Luis Miguel, pero quisiera que la hicieran tal cual es mi vida. No pediría que no se cuenten ciertas cosas, quisiera que estuviera todo y que todo fuera real. Capaz tengo cosas que no quisiera contar. Mucha gente dice “ay, ella cuenta todo de su vida”, pero si hay que contar algunas cosas que no he contado yo daría el permiso para que lo hicieran. Sería muy rica y divertida. ¡Estaría bueno que hicieran una serie!
-¿Quiénes serían protagonistas de tus diferentes etapas de la vida en esta miniserie?
-(Risas) Me gustaría que Sol Pérez haga la parte de cuando era muy jovencita. Yo la quiero mucho a Solcito y la pondría para cuando empiezo a hacer la revista, Matrimonios y algo más, Mesa de noticias. Me gustaría que Sol hiciera de aquella Carmen de 19 años. ¡Hay tan buenas artistas! Amo a Leticia Brédice y me encantaría que ella hiciera de aquella mujer de 30 años que fui. De esa época hay una lista de amoríos que me encantaría que los hiciera Leticia. Y para los 50 años, tal vez tiene menos, pero Viviana Saccone me gusta mucho, es muy buena actriz. Me gustaría que varias actrices lo hicieran como en The Crown, que hay varias actrices que hacen de la Reina. ¡Ay, me fui al carajo! (Risas) ¡Qué agrandada estoy porque voy a hacer Mañanísima!
Foto: Revista Gente/ Twitter: arg_beauty
-Mencionaste a Sol Pérez y hace unos días tuvieron un chispazo. Dijiste que cuando vos te estabas muriendo durante tu internación, ella estaba enojada con vos y ella, por su parte, contó que te mandó un mensaje para aclarar todo, pero que no tuvo respuesta. ¿Qué pasó?
-Fue un malentendido. Primero, que la quiero mucho a Sol. Ella trabajó conmigo en la revista y siempre dice que aprendió mucho. Yo me sentía como una mamá artística. Ella es mi pingo. ¿Viste cuando vos apostás a un caballo todos los números? Y yo a Solcito apuesto porque, sacando lo bella que es y el cuerpo maravilloso que tiene, es inteligente. Es rápida para entender, aprende. Es bárbara. Es una chica que a mí me gusta mucho cómo maneja su carrera.
"Todo lo que yo tenía preparado, que era la gira y muchos trabajos con los que yo iba a poder ahorrar, se cayeron. Estoy muy feliz de que mi hijo tenga esa casa y que yo la pelee como cuando recién empecé".
-¿Y por qué se dio este malentendido?
-Lo que salió fue que yo estaba enojada con ella porque cuando me enfermé de Covid-19 me llaman de MasterChef para decirme que una persona dentro del equipo, donde estábamos estudiando pastelería, había dado positivo. Acá nadie tiene culpa de nada. Nadie culpa a nadie. Ni me enojé, ni se enojó ella. Estaba preocupada porque yo estaba internada y ella no quería hacerse cargo de haberme contagiado. Y uno no sabe si me contagió Sol o me subí a un taxi y me contagió el chofer. Uno no puede culpar a nadie. Y si me contagió, ¿qué culpa tiene? Estamos en una pandemia. Yo quiero estar en paz con todo el mundo. Me pasaron muchas cosas juntas. Perdí a mi mamá, perdí a dos perros que amaba, a Santiago, después Federico se enfermó de cáncer y después casi me muero. Así que no me quiero pelear ni disgustar con la gente que quiero.
Foto: LaFlia
Carmen Barbieri, una mamá leona de Fede Bal
-Vos contaste que te gustaría que tu hijo, Fede Bal se reconcilie con quien fue su última pareja, Sofía Aldrey ¿Te cumplió ese sueño?
-Federico es un hombre. ¡Tiene 31 años! La verdad no sé si está solo, si sigue en pareja, si está intentándolo. No lo sé porque no me lo dice porque sabe que yo lo cuento. Sé que está muy bien, feliz en la casa que heredó en vida. Yo antes de contagiarme de Covid-19 dije “no quiero que me herede después de muerta”. Yo no sabía que casi me iba a morir. Entonces con una herencia de mi mamá, algo que tenía ahorrado y un departamento que vendí, todo lo puse en una casa que le di. Él no quería, pero le dije que quería que herede en vida porque quería ver que la disfrute. Ama esa casa que era del Flaco Spinetta y que yo le puse Corazón de tiza. Se hizo una sala de juegos en un gran dormitorio, tiene una sala de edición, otra de música. Tiene una piscina bárbara. Van sus amigos y es un gran anfitrión. Lo está pasando bárbaro y me pone muy contenta verlo feliz.
"Fede me dijo 'vos sos una leona y papá es un toro que zafo dieciocho veces del cáncer'. Y quedó, incluso la uso en mi correo electrónico. Me dicen así y para muchos soy La Leona".
-En muchas oportunidades has contado los malos momentos económicos que te tocó atravesar. ¿Qué se siente hoy poder darle a tu hijo un bien tan valioso como una casa?
-Me costó mucho porque me quedé sin un centavo ahorrado antes de la pandemia. Yo como siempre trabajo, dije “pongo la herencia de mi mamá, que era un departamento, y un poco más de plata prestada” para la casa. Tenía todo un año de gira, tenía comprometido el verano antes de que comience la pandemia y un mes antes de que me entreguen la casa terminada vino la pandemia. Mi hijo vino diciéndome que tenía cáncer, hacía poco se había muerto el papá de Fede. Todo lo que yo tenía preparado, que era la gira y muchos trabajos con los que yo iba a poder ahorrar, se cayeron. Estoy muy feliz de que mi hijo tenga esa casa y que yo la pelee como cuando recién empecé y era muy jovencita. No tenía un mango, pero vivía con mis viejos y mi papá, Alfredo Barbieri que era un cómico muy importante en su momento, estaba en una muy buena posición. Después cuando me casé con Beto Cesar, que fue mi primer marido, y ahí me las vi negras. En ese momento yo decía “¡de qué voy a vivir!” y siempre hay una luz en el camino. Por eso yo a la gente le digo que no baje los brazos, siempre alguien te da una mano, guiada por Dios, el universo o lo que creas, que te saca adelante.
-¿Por qué Carmen Barbieri es “La Leona”?
-Mi hijo me puso “La Leona” cuando Santiago me dejó, cuando su papá se va de mi casa, y yo me pongo de pie. Caí, tuve unos meses muy malos y me levanté. Empiezo a trabajar, a salir adelante, a mantener a mi mamá como si nada hubiese pasado. Yo sentí que se derrumbaba… No. Se derrumbó una familia que habíamos construido con Santiago, una hermosa familia. La familia de él era muy grande y ellos se fueron con él. Yo me quedé solita con mi hijo y Fede se tatuó una frase de Kill Bill, es la que aparece cuando Uma Thurman está viendo la televisión con su hija y aparece “La jungla está en paz porque la leona volvió con su cría”. Me dijo “vos sos una leona y papá es un toro que zafo dieciocho veces del cáncer”. Y quedó, incluso la uso en mi correo electrónico. Me dicen así y para muchos soy La Leona.