Afianzada como actriz y feliz por el estreno de Una noche de amor, película que protagoniza junto a Sebastián Wainraich, a Carla Peterson le resta poco tiempo más en Argentina. Esposa de Martín Lousteau, el nuevo embajador argentino ante Estados Unidos, Carla reparte sus días entre Buenos Aires y Washington.
En una entrevista en Morfi con Gerardo Rozín, la artista reveló cómo reaccionó en el momento en que se enteró del nuevo destino que tendría junto a su hijo Gaspar (3) y su marido. "Cuando dijo de irnos a vivir afuera, yo tenía un poco de miedo y me dijo 'va a estar todo bien, quedate tranquila que la vamos a pasar muy bien'. Me tranquilizó el primer día, que no entendía nada. Me llamó una amiga para decirme 'te vas, te voy a extrañar, no te vayas'. Ahí me largué a llorar, lo llamé y le dije '¿entonces nos vamos?'. Y me dijo 'sí, nos vamos, quedate tranquila'. Como que Martín me tranquiliza".
"Me llamó una amiga para decirme 'te vas, te voy a extrañar, no te vayas'. Ahí me largué a llorar, lo llamé a Martín y le dije '¿entonces nos vamos?'. Y me dijo 'sí, nos vamos, quedate tranquila'".
Por otra parte, Peterson también confesó cuál fue su peor función teatral. "Nosotros, con el director, siempre tomabamos una copita de champán para brindar, y como cuando fuimos al lugar de siempre no había champán, tomamos un vino tinto. Entonces, quien se toma una copa, ¡se toma dos! Era la segunda función de una obra de Shakespeare, yo tenía mucho texto. En el escenario había una puerta como de dos metros que se sostenía por los actores. Cuando empiezo a hablar, estaba bien, después no se me entendía nada porque la lengua no me funcionaba. Todos los actores me miraban. No me podía ir porque era un escenario sin telón ni patas. Pasé toda la función pensando en desmayarme, que entraran, me sacaran con una ambulancia y ya afuera decir que no pasó nada, que era una actuación. La obra se llamaba Todo está bien si termina bien. Llegué al final, pero fue un fracaso".