A poco más de una semana de volver masivamente a las redes sociales y de romper el silencio sobre su llamativo hermetismo en plena pandemia, tras la fallida convivencia y apuesta sentimental a Daniel Osvaldo, el padre de su hijo Morrison, Jimena Barón le dio una nota a LAM en la que habló de todo, a corazón abierto.
"En la pandemia, llamó mucho la atención que te fuiste a la casa de Osvaldo. En Instagram mostraban que estaban juntos, después de todo lo que pasó anteriormente, que no sé si vale la pena recordar, pero ¿vos cómo lo explicarías?", le dijo Ángel de Brito a la actriz y cantante, adentrándose en el íntimo tema.
Pese a que le quiso imprimir una cuota de humor, Jimena le respondió visiblemente afectada: "¿Cómo lo explicaría? No, te puedo dar el número de mi psiquiatra y ella, por ahí, puede explicarlo mejor. Yo estoy intentando entender algunas cosas".
"¿Todavía no entendés por qué fuiste a convivir?", le repreguntó Ángel. Y Jimena contestó: "No entiendo por qué soy tan pelotuda. La verdad es que no lo entiendo muy bien. Sí me justifico un poco con la pandemia".
"¿Todavía no entendés por qué fuiste a convivir?", le repreguntó el periodista. Y Barón contestó con un sincericidio sin filtro: "No entiendo por qué soy tan pelotuda, básicamente. La verdad es que no lo entiendo muy bien. Sí me justifico un poco con la pandemia, la maldita pandemia y el encierro. Yo le agradezco mucho a mi carrera, pero vivo en un departamento pequeño que recién ahora pude comprar. Y bueno, apareció él con la casa grande, la huerta ¡y él!".
Antes de salir del angustiante terreno personal, De Brito fue por más: "¿Pero te entusiasmaste a nivel pareja o fue una convivencia de familia, en pandemia?".
"No creo que fue un enganche de que me replantee cosas, pero sí te vuelven un millón y medio de recuerdos, y cuando el ser humano opuesto decide ser divino, traerte buenos recuerdos y encandilarte, hay una situación complicada".
Concreta en sus declaraciones, la artista respondió haciéndose cargo de sus aciertos como de sus errores: "Yo me sentía más canchera porque ya había hecho el proceso Tonta-Cobra. Entonces decía 'yo ya estuve acá, estuve afuera, estuve en la esquina, estuve al costado, estuve en otro país…'. Y no creo que fue un enganche de que me replantee cosas, pero sí te vuelven un millón y medio de recuerdos, y cuando el ser humano opuesto decide ser divino, traerte buenos recuerdos y encandilarte, hay una situación complicada. Las mujeres me entenderán, o no. Las que somos más tontas comprenderán. Además, lo veía a mi hijo y estaba esa bronca de 'uy, mirá lo que podría ser'".
En el tramo final de su clara respuesta, Jimena Barón concluyó: "Todo eso fue duro, fue raro. Él es mi único trastabille, yo nunca volví con un ex. Daniel es el único vínculo que voy a tener para toda la vida por Morrison".