Cuando Gladys La Bomba Tucumana se sumó como "angelita" por un día en LAM, contó que estaba muy triste porque se había separado de su novio, Luciano Ojeda, por pedido de él, luego de que le diagnosticaran cáncer. "Tuve la desgracia de que él se enfermara y quisiera pasarlo solo, no quiere que lo acompañe. Estoy quebradísima, muerta en vida”, había expresado, con los ojos llorosos.
De nuevo juntos, la cantante contó lo mucho que sufrió cuando él dio un paso al costado para atravesar solo su enfermedad. "Estamos juntos. Yo creo mucho en Dios, le pedí mucho a Dios que abriera su corazón porque él no quiso que yo estuviera presente. Estuvimos separados casi cuatro meses. Es una persona muy joven, es un profesional, es licenciado en Higiene y Seguridad. Estaba atravesando esto con su familia, con su mamá, sus hermanos", contó en otra de sus visitas al programa de Ángel de Brito.
"Estamos juntos. Yo creo mucho en Dios, le pedí mucho a Dios que abriera su corazón porque él no quiso que yo estuviera presente. Estuvimos separados casi cuatro meses".
En este contexto, rememoró cómo se enteraron de su enfermedad. "Se fue a hacer un control después del covid, sin ningún síntoma de nada, y ahí descubrieron que tenía un tumor enorme en su abdomen, un sarcoma... Él estaba fantástico, no tenía ningún síntoma", aclaró la artista.
¿CÓMO ESTÁ HOY EL NOVIO DE LA BOMBA TUCUMANA?
Gladys La Bomba Tucumana habló a fondo del diagnóstico que recibió su pareja.
"Tenía un tumor que le estaba agarrando un órgano que era el riñón. Está haciendo su quimio con un montón de dificultades, desgraciadamente para nosotros. Fue durísimo porque está con un riñón que está fallando. Estamos rezando mucho", contó, a corazón abierto, sobre Luciano, que tiene 37 años.
"Tenía un tumor que le estaba agarrando un órgano que era el riñón. Está haciendo su quimio con un montón de dificultades, desgraciadamente para nosotros. Fue durísimo porque está con un riñón que está fallando. Estamos rezando mucho".
Y aclaró que lo están atendiendo en el Fleming tras una mala experiencia en otro hospital.
"Se había operado y lo habían atendido en el Hospital de Clínicas. Lo atendieron muy mal, lamentablemente. Creía en ese hospital. La verdad me siento defraudada y triste por como se lo trató a él como persona, mucho abandono...".
"Él, cuando llegó al Fleming, estaba grave, le hicieron transfusiones de sangre y de hierro. Lo habían operado hacía tres meses, va con un tumor de vuelta, que le sale a los tres meses de la operación. Va al Clínicas y ahí no le dan bola, le dijeron 'andá a buscar los estudios, bajá, subí'. El chico no podía hablar ni respirar, estaba pálido, había bajado diez kilos", recordó, angustiada.