El príncipe Harry de Inglaterra y Meghan Markle dieron el sí en la Capilla San Jorge, ubicada en la pequeña localidad de Windsor, Londres. La esperada ceremonia y unión matrimonial fue realizada ante los ojos de la familia real, distinguidas celebridades internacionales y una verdadera multitud de personas que los esperaban afuera de la imponente capilla.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, fue líder espiritual y quien tomó los votos matrimoniales a los novios, a los que calificó como "muy sencillos y humildes". En el altar, el príncipe le dijo a Meghan: "Te ves increíble".
La actriz arribó al altar escoltada por el príncipe Carlos y rodeada de 10 niños y damitas de honor. Su elegante vestido de la novia fue creado por la diseñadora británica Clare Waight Keller, tenía cuello bote y estaba hecho en seda. El velo le llegaba hasta la cintura por el frente y se extendía varios metros en una larga cola.
TN viajó a Londres y cubrió desde el lugar el majestuoso casamiento real.