La cantidad de días, semanas y meses que los participantes llevan en Gran Hermano 2015 se van sintiendo, y los ánimos y la paciencia se van debilitando con el correr de los minutos. En especial para Belén Etchart, una de las únicas -junto a Marian Farjat- que está en el reality desde el comienzo, hace ya 135 días.
La morocha siempre se mostró muy cerca de la ex de Brian. De hecho, las chicas se definieron en varias oportunidades como verdaderas amigas, a pesar de haberse conocido en un juego que tendrá a un solo ganador.
Pero esa amistad tuvo un quiebre que parece no tener vuelta atrás. ¿El motivo? Belén se enteró a través de Francisco Delgado que, quien creía que era su aliada y confidente, la votó en la última gala de nominación. A partir de ese momento, se desató un nuevo caos en la casa.
“Si yo soy el papá de esta piba, me cuelgo. Es corta”, expresó Belén, dolida, al enterarse de la actitud de su compañera. Luego se dirigió a su -ahora- rival: “No me abraces más, nena. No soy tu amiga. Tus amigas están afuera, ya lo dijiste el otro día. No me abraces más porque me hacés quedar mal con el público”.
Como si eso fuera poco y harta de los pedidos de Mariano Berón, quien le decía “no grites más”, exclamó: “¿Y vos que te metés, nene? No aguanto que me quemen la cabeza".
La discusión entre la rubia y la morocha siguió unos minutos más, hasta que el cordobés optó por agarrar del brazo a la modelo para llevarla a otro lugar. Sin embargo, ella se negó: “Soltame. Si seguís hablando, cuento todo. No me quemés la cabeza, soltame nene”.
Después, se pudo ver otra conversación que mantuvo la parejita de la casa. Allí, el empresario insistió con su análisis y consejos, y aseguró que la familia de la chica piensa igual que él. Eso desencadenó el llanto de Belu, quien no aguantó más lo que estaba escuchando: “Dejame tranquila. Quiero estar en silencio un poco. ¡Me volvés loca, no puedo! Callate un poco. ¿Qué carajo te metés? Ya te lo dije: no me rompas más las pelotas. Es un problema mío. No me podés ayudar. Te seguís metiendo y ya me tenés cansada”, pidió, con lágrimas en los ojos.
Por último, Mariano cerró: “Andá a hablar con el psicólogo, haceme el favor. Y si te podés quedar tres días ahí adentro, quedate".
La vida misma.