En medio del escándalo con denuncias cruzadas en la Justicia, Barbie Vélez decidió romper el silencio en Intrusos. La actriz llegó al canal acompañada por su padre, Alejandro Pucheta, y apuntó contra Federico Bal por presuntas situaciones de violencia de género.
Su descargo:
Tengo una angustia, una vergüenza. Son cosas que no me entran en la cabeza. La defino como una relación enferma, es el hombre que más amé, sentí que era el amor de mi vida, que iba a tener hijos con él. Eso es lo que más me duele y me decepcionó. Sí, yo viví una pesadilla, viví cosas horribles. Acepto mi culpa, me enfermé, me tenía que haber ido desde un principio de esa relación, y seguí, y oculté, y apañé, y se hizo un círculo vicioso y una enfermedad enorme
"La defino como una relación enferma, es el hombre que más amé, sentí que era el amor de mi vida, que iba a tener hijos con él. Eso es lo que más me duele y me decepcionó. Acepto mi culpa, me enfermé, me tenía que haber ido desde un principio de esa relación".
Esto no viene de ahora, viene desde junio del año pasado. La relación desde un principio comenzó con muchos celos e inseguridades. Nunca tuve una relación de celos, al día de hoy recibo mensajes de mi ex solidarizándose. Llegué a normalizar muchas cosas y pensaba que así era la convivencia, que se revisen cosas. No tengo idea quién empezó a revisar a quién. Los celos se fueron agravando cada vez más. Yo también empecé con los celos y ya eran sin sentido ni lógica.
El primer acto de violencia fue el empezar a revisar, no poder tener privacidad. Hoy en día lo veo, antes pensaba ‘me cela, me debe amar’. Ese primer hecho violento fue más allá de una agarrada. Para mí era todo normal, creía que para que hubiera violencia tenías que terminar en un hospital. Sentía que estaba enamorada, que las cosas iban a cambiar, sentía que con amor todo se podía cambiar.
La vecina escuchó amenazas que me había hecho Fede. Me decía que nunca le había levantado la mano a una mujer. Yo terminaba pidiéndole perdón a él, sentía en verdad que sacaba lo peor de él. Estaba ciega, lo amaba con locura. No volvería nunca más en mi vida con él. No estoy acá para destruirlo o hacerle mal. Estoy acá porque Federico estuvo sentado acá y él es el que está dando móviles. Con la revista quise ponerle un punto final público a mi relación con él. Fede es quien decide venir a sentarse, no fui yo la decidió hablar.
"El primer acto de violencia fue el empezar a revisar, no poder tener privacidad. Hoy en día lo veo, antes pensaba ‘me cela, me debe amar’. Ese primer hecho violento fue más allá de una agarrada. sentía que con amor todo se podía cambiar".
Están diciendo cosas que son mentira y necesito sentarme a decir la verdad. Nunca pasó nada con ningún cuchillo o que yo quise prender fuego su departamento. Él le dijo eso a mi círculo laboral. Yo debería haber terminado esta relación en junio del año pasado. Mi culpa fue estar inmersa en una relación enferma. Muscari me vio los moretones y yo dije que eran por los ensayos del Bailando. O que me había pegado mi hermano Thiago.
Desde junio empezaron los golpes. Cuando digo golpes es que me haya agarrado del brazo fuerte, son empujones, son caídas al piso, son agarrarme del cuello, son que él le pegara a la pared para no pegarme. No estoy hablando de piñas o cachetazos.
Estábamos enfermos, yo estaba enfermo, estoy, debo estarlo. Por algo estoy yendo a la psicóloga, saqué Twitter del celular, no veo sus notas. No quiero volver a caer, ya caí muchas veces. Ya intenté separarme, no querer volver y terminar volviendo. Él no es un monstruo, yo lo veía llorando y le creía, era mi cabeza. No sentía que era violencia eso, sentía que era una forma de que yo no gritara. Sentía que era algo mío, que yo se lo provocaba, que quizá yo tenía que ser más sumisa.
"Rompí su celular, sí, porque descubrí su infidelidad. Sí, es verdad, pero no le rompí toda la casa, ni lo amenacé con un cuchillo, ni le quise prender fuego la casa. Yo admito mis culpas, no soy una psicópata que anda rompiendo cosas, me enteré de una infidelidad".
No es que yo llegaba y me ponía a gritar o a romper cosas. Rompí su celular, sí, porque descubrí su infidelidad. Sí, es verdad, pero no le rompí toda la casa, ni lo amenacé con un cuchillo, ni le quise prender fuego la casa. Yo admito mis culpas y él cuenta la historia adornada. No soy una psicópata que anda rompiendo cosas, me enteré de una infidelidad. Me caí sobre un monitor porque estábamos forcejeando, pero no se rompió.
Yo ya venía sospechando de una infidelidad. No quiero ponerle nombre porque hay otra gente involucrada. Me venían diciendo algunas cosas, pero nunca terminás de creerlo hasta que no lo ves. Se va al baño y yo le reviso el celular, me voy a una escalera de servicio para que no me viera y veo algunos mensajes. Habían varios mensajes entre la chica y él. Me lo niega todo, tiro el celular y le dije que iba a llamar al novio de esa chica para contarle. Ahí, él me tiró contra un armario, me agarra del cuello y empieza a pegarle a la pared. Yo estaba llorando en el piso, él también lloraba. Me decía que me había amado como a nadie. Él no quería que yo me fuera para que yo no llamara al novio de la chica, no era por amor. Me acosté con él porque no sabía cómo irme. Fue lo más lejos de un hecho romántico, a él no le interesaba arreglar las cosas.
Él estaba alcoholizado. Esta vez no fue la más violenta, se manejaba en este grado… Lo normalicé muchísimo, él habla de normalizar gritos y peleas, y yo hablo de normalizar otras cosas. Hice la tapa porque no quería quedar como una cornuda, voy a ser sincera. El lunes hago la tapa de Gente y cuento que estaba separada y que se me había ido el amor. Ellos no me preguntan por los moretones porque la nota fue antes de las fotos. En todas estaba tapada, la única en la que se veía fue en esa, que era la de tapa. Si piden los crudos, se van a dar cuenta. Cuando termino, me llama el periodista y me dice ‘te vi el moretón’ y le dije, ‘no voy a hablar del tema’. De todos lados me decían que habían fotos de él con una chica y yo hice la tapa para no quedar con una cornuda.
"Le reviso el celular y veo varios mensajes entre la chica (Laurita Fernández) y él. Le dije que iba a llamar al novio de esa chica para contarle. Ahí, él me tiró contra un armario, me agarra del cuello y empieza a pegarle a la pared".
Yo di por hecho que iban a hacer Photoshop, hice mil campañas y fotos con moretones en la época del Bailando. No era mi forma de mostrar esto, yo solo quería contar que estaba separada.
En Carlos Paz estaba alejada de todo el mundo. A Candela Ruggeri la conocí en el verano y ella me fue sacando. Ahí organicé las vacaciones con ella para irnos a Cancún. Lo vi tan arrepentido y tan mal a Fede, y me decía que quería formar una familia conmigo, y que la distancia le había hecho bien. ¡Realmente sentí que iba a cambiar todo!
Él me decía que no había hecho nada en Tailandia, un lugar lleno de prostitución, era obvio que era mentira. Ahí, cuando nos encontramos en Roma, empezaron las inseguridades de lo que yo había hecho en Cancún, me revisaba el celular a ver si había agendado a alguien. Él quería tener un hijo conmigo y yo le dije que no era el momento, estábamos en un momento pésimo. Pero él pensaba que Candela me había influenciado, que yo estaba en otra.
"Hice la tapa de Gente porque no quería quedar como una cornuda, voy a ser sincera. Ellos no me preguntan por los moretones porque la nota fue antes de las fotos".
Yo no creo que haya querido realmente tener un hijo conmigo. Siempre decía que antes de separarnos teníamos que tener un hijo. Por nuestra relación, era obvio que nos íbamos a separar, no se iba a poder sostener por mucho tiempo. Sentí que por amor, se podían cambiar las cosas. Federico no soportaba verme feliz sin él.
Mi mamá cuando se entera me dice que lo denuncie. No le contaba a nadie, ni a mi mamá, ni a mi psicóloga, a nadie. Cuando volví de las vacaciones, fui a la psicóloga para que me ayude a terminar la relación y ahí es cuando le cuento los hechos de violencia. Salgo de la psicóloga, la llamo a mi mamá y le dije ‘vamos a denunciarlo’.
Nunca le toqué un pelo a Federico. Segundo, por una cuestión de lógica, si yo lo hubiera tocado, no estaría acá. Federico no es una persona que se deja tocar, menos por una mujer. Yo creía que el hecho de que te ahorquen no es violencia hasta que empecé a hablar con la psicóloga. Federico me denigraba, me sentía gorda, me sentía fea, que yo no podía creer que él estuviera conmigo.
"Sentí que por amor, se podían cambiar las cosas. Federico no soportaba verme feliz sin él. Federico me denigraba, me sentía gorda, me sentía fea, que yo no podía creer que él estuviera conmigo".
Yo trabajo de esto, no voy a dejar que me deje como una loca demente. No me va a dejar más como una loca, es lo que le conviene. Se salva del tema de los golpes y de la infidelidad. Yo no me separo por los golpes, me separé por la infidelidad. Es lo que me dice mi psicóloga y todo el mundo, es una enfermedad. Si no me hubiese enterado, no hubiera sido el fin.
Me da vergüenza salir de mi casa, no quiero ver ni a mis amigas. No sentí que él pudiera llegar a matarme, pero sí que no controlaba sus acciones. No quiero destruirlo a Federico. Se caga a trompadas en los boliches, se baja del auto en la calle para pelearse, no es solo conmigo. En un boliche sí lo vi pelearse, no me acuerdo por qué fue, pero lo terminaron echando de un boliche de Palermo. Yo pensaba ‘mirá cómo me defiende, es re macho’.
"No voy a dejar que me deje como una loca demente. Así se salva del tema de los golpes y de la infidelidad. No sentí que él pudiera llegar a matarme, pero sí que no controlaba sus acciones".
Vuelvo a decir, admito mi culpa de haber seguido ahí, no te puedo explicar la cantidad de mujeres que me escriben que pasan por algo parecido. No poder tener privacidad, no poder salir con tus amigos, todo es violencia. No hace falta que te ahorquen o te tiren al piso. ¡Te dicen que van a cambiar y no van a cambiar! Estaba todo el tiempo con él, se había convertido en mi vida. No veía a nadie.
Todavía me duele la infidelidad, no lo había vivido nunca. La violencia la venía viviendo desde junio. Él me decía que yo era la única mujer que no había cagado, sé que es una estupidez lo que estoy diciendo. Federico y la mujer (Laurita Fernández) saben que yo no miento. Estoy acostumbrada porque es lo que él quiere instalar desde el verano, que estoy loca.
La infidelidad no fue solamente esta, hubo otras en el verano que me entero recién ahora que me cuentan colegas de ustedes. Esta infidelidad fue descubierta por otra persona, hay fotos que yo no las vi y hay un testimonio de alguien que los vio y confío plenamente en su palabra. La relación de esta chica y Federico es real. Mi foco no está en ella, está en él que me fue infiel. Tiene una medida cautelar que no se puede acercar a 300 metros. Yo no la pedí.