Pese a que Combate suele dar que hablar por la competencia y los roces entre los participantes del Rojo y el Verde, días atrás quienes los protagonistas de un tenso momento fueron la conductora y un invitado al programa.
Antes de despedirse, Atilio Veronelli, humorista y panelista de Bendita (otro ciclo de elnueve), arrancó como para piropear a Laurita Fernández. Pero el remate fue desubicado: "Quiero decirte y decirles a todos en sus casas que Laurita es mucho más linda personalmente que como uno la ve por la tele. Te diría más. Si fueras un poco más linda, serías Barbie Vélez", le dijo el actor, quien además es amigo de Nazarena Vélez, con quien comparte la obra Humor a la Fontanarrosa.
“Le conté a Nazarena Vélez y me dijo que soy un pelotudo. Lo que menos quería era molestar a esta chica, le pido disculpas porque está ofendida o molesta, pero no pido disculpas por el chiste porque no me pareció malo o de mal gusto”.
El comentario tuvo tal repercusión (negativa) que no sólo Federico Bal tildó sus dichos de "penosos y tristes", sino que el mismo Atilio se vio obligado a hacer un descargo en su cuenta de Facebook donde, entre otras, remarcó lo triste que se sintió por haber realizado esa broma y por la cataratas de críticas que le llegaron a su Twitter: "Estuve pelotudo. Pero nunca imaginé la trascendencia que este chiste pelotudo tendría", dijo.
Ahora, entrevistado por Moskita Muerta, ciclo radial de La Once Diez, Veronelli reveló cuál fue la reacción de Nazarena tras su actitud con la bailarina: "Le conté y me dijo que soy un pelotudo".
“Por lo que vi la chica quedó molesta y si fuera, por ejemplo, Moria Casán, yo estaría contento porque a mí me gusta molestarla a Moria. Pero lo que menos quería era molestar a esta chica, le pido disculpas porque está ofendida o molesta, pero no pido disculpas por el chiste porque no me pareció malo o de mal gusto”, agregó llamativamente.
"Después la crucé a Laurita en un pasillo y me miró medio de costado, y la entiendo porque es como mi hija y debe haberse sentido ofendida gratuitamente".
Por otro lado, dio detalles de lo que sucedió después de lo que se vio al aire: “Mi intención no era incomodar ni molestar a nadie, sino hacer un chiste y nada más... nunca creí que podía caer tan mal. Después me la crucé a Laurita en un pasillo y me miró medio de costado, y la entiendo porque es como mi hija y debe haberse sentido ofendida gratuitamente. Si revisás las entrevistas, yo siempre me meto con alguno, pasa que en este caso pudo haber molestado”.
Por último, tras reconocer que esperaba que la joven "se asociara a la broma", el entrevistado cerró: “Una cosa es el humor que uno prepara, que requiere un tiempo de reflexión, lo que le dedicás. Y ahí hay profesionalismo. Otra cosa es el humor espontáneo, cuando yo voy a un programa de chimento o de panel -yo creyéndome gracioso, porque es lo que hago hace años- trato de romper la lógica o el movimiento esperado”.