La llegada de Lionel Messi a Francia generó una verdadera revolución de felicidad entre los fanáticos del París Saint-Germain. Después de 21 años como crack de Barcelona, el capitán de la selección argentina fue recibido como un verdadero ídolo y junto a su familia se hospedó en un hotel digno de un rey.
Rodeado por su esposa, Antonela Roccuzzo y sus tres hijos Thiago, Mateo y Ciro, Leo salió al balcón de Le Royal Monceau a saludar a sus admiradores como si ya se hubiera consagrado campeón. El hospedaje es un lujoso espacio ubicado en la Avenue Hoche, a pasos de los Campos Elíseos y el Arco del Triunfo. Una suerte de oasis a 32 minutos caminando de la Torre Eiffel.
Un hotel exclusivo en el que una habitación para una pareja cuesta 885 euros la noche, y cada una “es un piso completo”, contó Guillermo Andino en Es por ahí. Y donde los cuartos fueron renovados por el diseñador Philippe Starck, inspirado en los años 40’ y 50’, combinando el legado de art déco del edificio y una impactante impronta personal.
Fuera de las habitaciones Messi y su familia pueden elegir deleitarse en tres restaurantes diferentes que combinan la exquisita cocina local y platos de todo el mundo, además de relajarse en una piscina de 23 metros, baño turco, spa y muchas comodidades más.
La razón por la cual Lionel Messi se quedará en el Le Royal Monceau es la misma por la que también sus primeras noches en París Neymar o Mauro Icardi cuando arribaron al PSG, es porque es propiedad de los mismos qataríes dueños del equipo.