Pasaron más de 30 años del final de La Familia Ingalls, pero su drástico cierre sigue avivando traumas entre quienes se encariñaron con la serie que durante décadas era un “comodín” en la grilla televisiva. Y también entre varios de sus protagonistas, que vieron literalmente volar por los aires los sets donde habían rodado durante nueve temporadas.
Porque la popular tira que seguía las peripecias del grupo familiar de Charles y Caroline Ingalls terminó con una gran explosión, tras la decisión argumental de bajar el telón dinamitando Walnut Grove, el pueblo donde todo pasaba.
¿Cómo fue el abrupto final de la producción de NBC que se vio en 1984 en forma de telefilm? A punto de llegar a la décima temporada, la audiencia empezaba a darle la espalda a la serie que había arrancado en 1974.
Así fue como se decidió rodar The Last Farewell (El último adiós) y darle un cierre definitivo a la historia, con Charles y Caroline yendo al poblado a visitar a su hija Laura (Melissa Gilbert), personaje que en la última etapa de la serie había ganado protagonismo.
Pero en el mismo tren, viajaba un tal “Lassiter”, un poderoso y malvado empresario que era el dueño de las tierras donde los pioneros habían levantado su pueblo y que, apenas llega al lugar, les comunica su plan de tomar posesión.
Luego de un largo debate, los pobladores deciden entregar las tierras arrasadas. Ellos mismos dinamitan el terreno y son testigos, entre llantos, de cómo vuela uno a uno sus hogares que tanto les habían costado construir.
Al ver la reacción que tomaron los pobladores de Walnut Grove, los vecinos de los pueblos cercanos toman la misma decisión y le anuncian a Lassiter que harán lo mismo.
Finalmente, se van todos cantando a empezar de cero en otro (incierto) lugar, dejando atrás su querido pueblo en ruinas.