Cuando Diego Maradona fue operado con éxito del hematoma subdural en su cabeza, una de las prioridades de su familia fue encontrarle una casa que les quedara cerca para poder asistirlo de forma periódica durante su recuperación, bajo la supervisión de Leopoldo Luque. Con ese fin, Jana Maradona (24) se encargó de firmar el contrato de locación temporal del hogar de Tigre en donde su padre encontraría la muerte el 25 de noviembre.
El valor del contrato fue de 16.000 dólares, por el período que iba desde el 10 de noviembre hasta el 31 de enero de 2021, por una casa confortable en la zona de Dique Luján. Era amplia, sin lujos, con una agradable vista a la laguna y un jardín arreglado florecido, según se desprende de algunas imágenes del lugar que mostraron y comentaron en Nosotros a la Mañana.
“Le colocaron durlock en esa ventana para que no le entrara tanto el sol y no le molestara. Una persona que está deprimida, sola, que echa a cualquiera que quiera entrar a verlo y le ponen un durlock… ¡Es de un abandono...!”.
En la planta baja el inmueble tenía un living comedor con cocina integrada, un baño completo y un amplio playroom vidriado. En tanto, en la planta alta mientras contaba con cuatro habitaciones, una de las cuales poseía con vestidor y baño en suite. Cuarto que en un primer momento se había pensado para que ocupe Diego, hasta que sus evidentes dificultades para desplazarse obligaron a que se le improvise un espacio en el playroom, por lo que lo aislaron del resto de los ambientes con paredes de yeso, la cama y un aire acondicionado. “Se lo acomodaron para que él vea el lago”, comentó Sandra Borghi.
Y Karina Iavícoli se escandalizó: “Le colocaron durlock en esa ventana para que no le entrara tanto el sol y no le molestara. Una persona que está deprimida, sola, que echa a cualquiera que quiera entrar a verlo y le ponen un durlock… ¡Es de un abandono...!”. Además, para evitar que tuviera que cruzar la casa hasta el cuarto de baño de la planta baja, donde solo iba para higienizarse, se instaló un inodoro químico ortopédico.
Cuando Gianinna y Jana Maradona se hicieron responsables de firmar la externación de Diego Maradona, desde la Clínica Olivos aclararon que no estaba de alta clínica ni psiquiátrica y además plantearon las necesidades básicas que debía cubrir la internación domiciliaria: “Enfermeros preferentemente hombres con disponibilidad tiempo completo y especializados en problemática de consumo de sustancias, médico neurólogo y médico clínico. A su vez, contar con la disponibilidad para realizarse estudios médicos y una ambulancia por si se considera necesario el traslado”. Cuestiones que nunca llegaron a satisfacer en tiempo y forma.