Arturo Puig, que mantiene un bajo perfil, sorprendió al compartir un aspecto íntimo de su vida. Muy cariñoso, habló de sus nietos Nikolay, Elizaveta y Santos, adoptados en Rusia por su hija Ximena y su pareja Fernando.
"Yo he tenido muchas satisfacciones en mi carrera, he tenido premios, rating altísimo, he hecho obras importantes en teatro, pero nada de eso se compara con el hecho de ser abuelo. Es una sensación maravillosa, que voy descubriendo día a día”, contó, muy cariñoso, en diálogo con la revista ¡Hola! Argentina.
"Los extraño permanentemente. A veces estoy en casa y de repente agarro el teléfono para ponerme a mirar las fotos de los chicos que ya vi cuatrocientas veces...".
Y contó que extraña a sus nietos, que viven en Europa, pero que a pesar de la distancia los siente cerca. "Los extraño permanentemente. A veces estoy en casa y de repente agarro el teléfono para ponerme a mirar las fotos de los chicos que ya vi cuatrocientas veces... Es un momento de mi vida muy maravilloso y vivirlo me genera una sensación que no había experimentado nunca, aun habiendo tenido miles de satisfacciones con mis hijos”, sumó, súper dulce.
ARTURO PUIG CONTÓ CÓMO ES EN SU ROL DE ABUELO
Arturo contó que es más permisivo con sus nietos que con sus hijos.
"Hay como un nuevo sentimiento, una nueva plenitud. Uno descubre una nueva dimensión del amor y es lógico que eso te modifique. Lo único que a veces lamento cuando me pongo a pensar es que no voy a estar para verlos crecer y convertirse en personas adultas. Eso me entristece un poco. Me encantaría ver cómo se van desarrollando y cumpliendo sus sueños. Aunque algo de eso ya lo vivo con Niko y Liza, que crecieron mucho, y en su medida también con Santos, que está empezando a pararse".
"Uno descubre una nueva dimensión del amor y es lógico que eso te modifique".
"Soy mucho más permisivo. Cuando uno es padre tiene que poner límites y tomar decisiones. Ahora, en cambio, estoy para consentir a mis nietos”, cerró, íntimo.