La necesidad tiene cara de hereje, dice el dicho. Y resulta algo que tanto Marian Farjat como Eloy Lanzelotta pueden atestiguar, en base al "sacrificio" que hicieron por sus compañeros.
Frente a la escasez de alimentos que puso en jaque a los habitantes de la casa más famosa, a la producción de Gran Hermano 2015 se le ocurrió la idea de plantear el desafío de un beso laaaaargo entre la participante más extrovertida y el hermano de su exnovio.
Para hacer la prenda más retorcida, la misión recayó en Matías Schrank, el misionero en quien ahora Marian posó los ojos, quien recurrió a la solidaridad de todos para convencer a la estudiante de la UADE y Eloy de poner el cuerpo. Lo que bien podría ser interpretado por Brian Lanzelotta como una altísima traición de parte de su propia sangre y la mujer que lo obnubiló, fue desdramatizado por los protagonistas.
Más allá de que Marian se caracteriza por sus excesos novelescos, el apasionado beso de diez segundos con Eloy se concretó a la vista del resto de los competidores. Instantes luego, los chicos se arrepintieron hasta las lágrimas. Todo sea por recargar la heladera...