Cuando Ricardo Fort murió, su hija Martita (16) tenía apenas 9 años. Por eso, aunque intenta retener en su memoria los momentos más lindos compartidos, siente que de a poquito empiezan a desvanecerse y eso la angustia un montón.
"Me pone incómoda hablar de mi papá. Entonces, pensé en compartir el primer recuerdo del que tengo registro: las caminatas de mi papá y Gustavo (Martínez) llevándome en cochecito, recorriendo las calles y la rambla de Miami (la primera ciudad donde vivimos)... Algo bien alegre de él", comenzó diciendo la joven junto a una foto en la que se la ve junto al su papá, su actual tutor, su hermano Felipe y su niñera, Marisa López.
"Hoy por hoy tengo la memoria muy borrosa".
Y remarcó que le da temor olvidarse de los lindos momentos con el empresario, aunque recuerda otro que la hace muy feliz. "Hoy por hoy tengo la memoria muy borrosa, pero recuerdo también cuando con mi hermano nos escondimos jugando en un local de ropa y mi papá hizo cerrar el local entero para buscarnos mientras llorábamos de la risa", cerró nostálgica.
¡En su memoria!