Pasó una semana desde que Andy Kusnetzoff (49) comunicó en Perros de la calle (lunes a viernes de 9 a 13 por radio Metro) que se había hecho el hisopado por sospecha de Covid-19 y que el resultado fue positivo. Por eso, el conductor se quedó internado en el Sanatorio de la Trinidad pese a que aseguró sentirse bien.
Pareja de Florencia "Kourny" Suárez (34), con quien fue padre de Helena -que cumple cuatro años en dos semanas-, el conductor volvió a usar su espacio en el éter para contar cómo estaba de salud. “Ayer (lunes 20) me dieron de alta, pero no volví a casa todavía porque estoy en un departamento terminando la cuarentena. Me quedan 10 días para poder estar con Flor y con Elena, así que acá estamos esperando”.
Con evidentes dificultades para hablar fruto de las secuelas de la enfermedad, Andy explicó por qué tuvo que permanecer internado en la clínica privada hasta ayer: “Mi doctora, Jimena Serra, me dijo: ‘Con esta tomografía no te puedo dejar ir’, y cuando me lo dijo fue un momento difícil. Fue complicado. Tenía una neumonía bastante grande”.
"Yo tuve la suerte de salir bien y de estar bien ahora. Es duro, es como que tenés el cuerpo cagado a palos, el cuerpo lo tenés como si estuvieras agotado, no tenés fuerza para hacer nada".
En referencia al Covid-19, el también conductor de PH reflexionó: “Aparentemente este virus te puede agarrar de bastantes formas: hay algunos que son asintomáticos, que no se dan cuenta, y después hay un porcentaje que es como yo, que te agarra con neumonía. Dentro de ese porcentaje yo tuve la suerte de salir bien y de estar bien ahora. Es duro, es como que tenés el cuerpo cagado a palos, el cuerpo lo tenés como si estuvieras agotado, no tenés fuerza para hacer nada. Yo tuve fiebre los primeros días y ahí me fueron monitoreando el oxígeno. Lo importante es eso; se fijan cuánto oxigeno tenés, porque si bajás de un número te tienen que dar oxígeno y terminás con respirador. Por suerte de esa parte zafé. Hay un día que es clave, un día en el que salís adelante o empeorás. Por suerte mi camino fue el de mejorar, el de salir adelante”.
A la hora de explayarse sobre sus días en recuperación, afirmó: “Es difícil. Yo tengo un gran poder de adaptación, pero es difícil. Me entregué ahí, a una habitación en la que entré un día y no abrí la puerta hasta una semana después que salí. Sí entran médicos, muy poco, pero vos como paciente no salís de ahí para nada, estás solo, sin hablar con nadie. Lo que yo cuento es para reflexionar. Lo cuento como comunicador. Yo trato de no juzgar a nadie y entiendo que cada uno hace lo que puede, sobre todo con lo laboral. Pero hay una parte que no es laboral. Por esto, a los relajados, traten de cuidarse. No todos son asintomáticos, también tenés casos como el mío, que estuve en terapia intermedia”.
“Los que me conocen saben lo obsesivo que soy y todo lo que me cuidé. Tengo el mismo par de zapatillas desde que empezó esta pandemia, atento a la ropa, no entré ni una naranja que no fue pasada por lavandina, a todos lados con barbijo y después hasta con máscara transparente que te tapa toda la cara, y me contagié. Nunca me relajé, al contrario. Me enojé con los que no usaban barbijo, y me pasó más allá de toda la responsabilidad”, concluyó Andy Kusnetzoff.