Contenta por haberle puesto un freno a sus adicciones, pero consciente de que deberá prestarse atención de por vida, Andrea Rincón reveló que se refugió en la fe y la espiritualidad para resignificar su presente.
"Todos los días sigo diciendo 'solo por hoy'. Siempre creo que la manejo, tengo mis herramientas, pero a veces estás más fuerte y otras más débil. Conozco personas que estuvieron 30 años limpios, les falleció el padre, se la pegaron y se murieron. Entonces, entendés que nadie está exento. Siempre estoy alerta y me doy cuenta de que a veces la adicción muta y quizá voy por el chocolate", expresó en diálogo con La Nación.
Acto seguido, reveló que desde que conoció a una persona dedicada a la fe su vida di un amoroso giro de 180 grados.
"Desde hace tres años, desde que conocí al pastor Emanuel, los domingos voy a la iglesia. El hace cosas increíbles. Después de eso paso a almorzar con mi abuela y mi tío porque viven cerca y de ahí me vuelvo para mi casa. Me hizo bien acercarme a Dios. Dios me salvó la vida y entendí que si hubiese agarrado la Biblia antes, tal vez no me pasaba todo lo que pasó”, sumó.
Antes de cerrar, la actriz contó que practica y potencia su espiritualidad todos los días. "Cuando empecé a leer la Biblia, me di cuenta de que es como el manual de instrucciones de cómo vivir. Para estar tranquilos y no tener que anestesiarte hay que orar. Lo hago todas las noches y todas las mañanas. Creo en Jesucristo, en el Espíritu Santo, en Dios, y me hace bien”, cerró.