Finalizado Bailando 2017 con el bicampeonato de Flor Vigna, el director de ShowMatch visitó Los Ángeles de la Mañana e hizo un repaso del año. En ese contexto, ante la consumada despedida de Pampita del jurado, Alejandro Ripoll confesó que le gustaría que Nacha Guevara regrese al estrado: "Tengo una debilidad muy grande por Nacha".
En ese sentido, Ripoll admitió cómo fue que se forjó su relación de admiración por la artista que participó de los Bailando 2014 y 2015, y fue sustituta de lujo en las ediciones 2016 y 2017: "El primer día que nos entrevistamos, Nacha me saludó y me dijo ‘mi silla va a 52 centímetros de alto. 75 centímetros de alto para apoyar las manos. Quiero usar un cosmetic 211, que es lo que se pone delante de las luces’. Yo lo que hacía era mirar y anotar". Y continuó: “Nacha pidió, ‘quiero cámara de frente, no quiero cámara portátil, no quiero que se use gran angular, quiero que se use teleobjetivo’. Me dio todo un listado”. En ese momento, las panelistas murmuraron críticas hacia Guevara, pero Ripoll las frenó: "Es saber. Cuando repasé la lista y leí ítem por ítem, en todos tenía razón. Nacha es una eterna buscadora de la perfección".
Entre las risas de las peridistas, Alejandro Ripoll concluyó: "Lo bueno es que una semana antes la citamos, la esperé con el centímetro en la mano y la escenografía. Ella había puesto por contrato que ella chequeaba su luz media hora antes de salir al aire. A los 15 días, ya no nos quería ver ni al iluminador ni a mí, porque nos parábamos en la puerta del camarín y nos decía que la luz ya estaba bien, pero ella lo había puesto por contrato y nos tenía que aguantar. Éramos más obsesivos que ella. Con Nacha aprendimos muchas cosas". Tanto es así, que varias de las insólitas exigencias de Nacha Guevara en la actualidad se aplican como norma general del programa.