Su historia comenzó hace 13 años cuando se conocieron en una avenida porteña.
Nahuel (24), por ese entonces de 11, se acercó con su mamá Sandra Algarbe a Alejandro Fantino (43) para contarle que era su hijo. Tras una larga charla y el examen de ADN, el conductor y su hijo empezaron a forjar su relación.
El tiempo pasó, ambos crecieron y ahora tienen un excelente vínculo. La revista los juntó en una nota por primera vez y ambos se animaron a mostrar sus ¡lo-ma-zos!
"Los dos coincidimos en que ésta es por sobre todo una gran historia de amor entre padre e hijo y eso es lo que la hace extraordinaria", reveló Alejandro. Mientras que Nahuel completó: "Yo siempre me sentí cómodo. Si tuviera un hijo, me gustaría que la relación fuera así".
El conductor de Animales Sueltos detalló: "Si bien posee cosas de la mamá, por lo tranquilo y pausado, es chinchudo y de pocas pulgas, como yo. A Nahu le gusta lo mismo que a mí: leer, Linkin Park, el jazz, escuchar música en auriculares, sintonizar series. No fumamos y habitualmente tampoco tomamos alcohol. Cuando le puse una caña en la mano, se quedó pescando feliz, como yo... Es impresionante cuánto mío le voy encontrando. No obstante, hay algo incomprensible...". Nahuel siguió: "No sé nada de fútbol. Me hizo de Boca mi abuelo Romelio pero nada más".
Nahuel es luchador de Artes Marciales Mixtas, ya lleva siete peleas de MMA (cuatro amateurs y tres profesionales) y sólo perdió una. Además, da clases de MMA e Palermo.
Sobre el final de la charla, Nahuel contó: "Nunca estuvimos peleados, sin hablarnos. Lo que nos pasó y pasa lo veo como un regalo, no como una lucha; jamás lo fue". Mientras que Alejandro, resumió: "Das en el clavo, hijo. Nuestro encuentro fue un regalo de la vida".