A pocos metros de Agustina Cherri, una estructura escenográfica (¡hiper realista!) imita al detalle a un barrio de emergencia. Esta es La 1-5/18, el lugar donde transcurre la ambiciosa superproducción de eltrece, que se estrena este lunes a las 22 hs. Unos pasos más allá Tinelli hace cada noche ShowMatch, y unos técnicos comen sánguches en las mesas de un buffet.
“Vuelve la ficción argentina y eso no es menor, después de todo lo que pasamos. Ha sido mucho esfuerzo poder generar todos los protocolos para que todo esto sea viable, desde los decorados hasta que estemos todos los días grabando”, cuenta la actriz, sentada al sol mientras el viento otoñal le sacude el pelo, ansiosa porque la gente se enamore de esta tira.
Porque la trama de La Uno se siente más cercana que cualquier otra, en tiempos donde la pandemia arrastró a la indigencia a miles de personas en nuestro país, condenó a la marginación a tantas otras y los lugares más vulnerados son los que retrata la ficción. Así el amor parece lo único en venir al rescate.
“Todas son historias de amor, simplemente que están contadas en un contexto muy puntual, como ha habido otras novelas de Polka en otros contextos. Se toma la realidad, se la respeta, se la refleja, pero es una ficción. Hay que divertirse. ¡Es un culebrón! ¡A llorar y a sufrir por amor, que es lo más lindo!”, dice Agustina, quien esta vez se pone en la piel de Lola, en un triángulo que dará que hablar entre el Padre Lorenzo (Esteban Lamothe) y Bruno (Gonzalo Heredia).
-¿Cómo fue terminar con Separadas cuando arrancaba la pandemia y comenzar durante la misma cuarentena un proyecto tan ambicioso como La 1-5/18?
-Es un placer volver. Obviamente Separadas quedó ahí como en el medio de la pandemia, fue un poco víctima de todo lo que sucedía, que había que armar protocolos, no se sabía y estábamos todos en medio de una nube. Una tira que no se pudo terminar, pero que sí dio pie a generar un montón de cosas que hoy hacen que en medio de una pandemia se pueda realizar una ficción con los cuidados y el protocolo necesario.
"Mi personaje es una chica que llega al barrio cuando es adolescente y el barrio fue el que la protegió, la acogió y hoy es su familia. Es la referente de este lugar, tiene la bandera de la lucha de las mujeres y lleva adelante el comedor".
-¿Y cómo se siente este regreso?
-Volver fue una felicidad absoluta. No pasó mucho, pero al estar todos en cuarentena, parece como si hubiera pasado un siglo. Siempre es lindo regresar.
-¿Cómo es tu personaje en La 1-5/18 y cuál es el gancho que va a atrapar a la gente con esta historia?
-Mi personaje es una chica que llega al barrio cuando es adolescente, no nació ahí, y el barrio fue el que la protegió, la acogió y hoy es su familia. En el capítulo uno Lola, que es mi personaje, es más grande y ya está establecida en el lugar. Es la referente de este lugar en un montón de cuestiones, tiene la bandera de la lucha de las mujeres y lleva el comedor con el resto de las mujeres. Obviamente, es una ficción, se utilizan cosas de la realidad y está todo contado y montado para que sea una experiencia increíble.
"Volver a trabajar fue una felicidad absoluta. No pasó mucho, pero al estar todos en cuarentena, parece como si hubiera pasado un siglo".
-¿Hay tiempo para divertirse con el elenco, en medio de los protocolos y los ánimos más caídos?
-Si algo tengo que destacar es que este es un elenco buena onda. Es un placer y lo digo siempre. Son esos trabajos donde uno la pasa bien porque tenemos la suerte de trabajar de lo que a uno le gusta y encima te pasa que venís con muchas ganas porque te vas a encontrar con alguien con quien la vas a pasar bien, vas a charlar, te va a contener y nos vamos a divertir, más allá de las condiciones que vivimos. Se trata de asomar la cabeza después de todo lo que vivimos y tener la oportunidad de que nuestra industria, nuestro rubro, vuelva a trabajar. Ser parte de eso es para festejarlo. Hay que celebrarlo día a día disfrutando del trabajo.
Agustina Cherri, sobre la pareja y los hijos en tiempos de pandemia
-¿Cómo está tu pareja con Tomás Vera?
-Estamos hace 7 años juntos, es el padre mi última hija y es un compañerazo. Mi beba tiene un año y cuatro meses, la preadolescente y en el medio tengo un hijo de 9 años. Sería imposible estar haciendo una tira sin él. Estoy todo el día grabando y el protocolo hace que todo sea más tiempo y si no tuviera un compañero que se la banca en casa, no podría hacerlo de ninguna manera. Me voy a las seis de la mañana y regreso a las siete de la tarde… ¡y todo funciona!
-¿Cómo fue pasar la cuarentena con tus hijos, Muna (12), Nilo (9) y Alba (1), después de haber sido nuevamente mamá unos meses antes de que nos pidan que nos guardemos en nuestras casas?
-Es una conjunción de lo lindo y lo feo, como supongo le pasó a todo el mundo. Lo lindo fue poder estar en casa 24/7. Yo en ese momento la tenía a Alba, mi hija más chica, y tenía 4 meses cuando todo esto empezó. Había empezado a grabar Separadas con la beba de un mes y medio, la llevaba y la traía todos los días conmigo. En ese momento dije “no importa, me quedó en casa con la beba” sin imaginar a donde iba a llegar todo lo que sucedió. Por otro lado, yo no soy una mujer de estar en casa, siempre trabajé desde muy chica y hubo una adaptación mía a decir “bueno, estamos acá” y uno tiene que ver en donde deposita eso que uno deposita en el trabajo estando en casa, con las energías y todo lo que le pasa a cada uno de los integrantes de la familia. Pero yo creo que fue de un gran aprendizaje y de una experiencia histórica para todos. Trato de mirarle el lado bueno.
"Yo empecé a los 6 años y era otro mundo. Tampoco era hija de nadie que tenga que ver con el ambiente e hice mi camino muy de abajo, muy despacito. Muna, más allá de su talento, es hija de dos personas del medio y tiene un acceso mucho más rápido".
-¿En qué nuevos “rubros” te metiste durante la cuarentena más estricta?
-A mí siempre me gustó cocinar. Yo tengo mi huerta, hago mis comidas caseras y tuve mi tiempo de poder dedicarme mucho más de lleno a eso. Aprendí, investigué, probé cosas, pero no es algo que no haya existido antes en mi vida. Estaba un poquito más guardadito, lo dedicaba el poquito tiempo que tenía y ahora lo desarrollé. Todo el tiempo había un plato nuevo que probar.
"Con Tomás estamos hace 7 años juntos, es el padre mi última hija y es un compañerazo. Sería imposible estar haciendo una tira sin él. Me voy a las seis de la mañana y regreso a las siete de la tarde… ¡y todo funciona!".
-Pasanos la receta de un hit de tu cocina. ¿Cuál sería un “Agustina Cherri clásico”?
-A mí lo que más me gusta es el risotto de quinoa. Es espectacular y muy sencillo de hacer. Se rehoga un poco todas esas verduritas que uno tiene en su casa. El punto de la quinoa es muy importante. Y hay un secreto que yo hago: pongo calabazas o boniato, con un poco de miel, en el horno y los pongo a gratinar en cubitos. Tuesto unos pistachos y los pongo arriba de ese risotto. ¡Olvidate! (risas).
Agustina Cherri y el ser mamá en tiempos de la tercera ola del feminismo
-Te toca un personaje que lidera a un grupo de mujeres de un barrio popular. ¿Cómo vivís el feminismo siendo una actriz joven y referente de muchas chicas?
-Hay cuestiones que se incorporaron y otras que todavía faltan ajustar, que todavía no se naturalizan. Están más en el concepto de lo que se debería hacer, pero a la hora de llevarlas a cabo cuestan mucho. Es parte de un proceso que, me parece, se está haciendo y se va tomando conciencia de un montón de cosas. Me parece que está buenísimo, sobre todo para las generaciones que vienen. Igual creo que esas generaciones la tienen mucho más clara que nosotros. Nosotros todavía necesitamos que nos haga el clic en un montón de aspectos.
"Muna tuvo ofrecimientos del que se te ocurra. De grabar un disco hasta ser protagonista de una miniserie de Netflix. Hasta ahora hemos frenado la máquina. Lo importante es que ella estudie y se perfeccione".
-¿Lo ves con tu hija mayor?
-Muna tiene 12 años y hay cuestiones en las que ella me explica a mí. A ese nivel. Yo le trato de explicar algo y me dice “ay, mami, pero eso es obvio”. Hay una obviedad para ellos que para uno no lo era. De eso se trata. Evolución generacional.
-¿Cómo es ser mamá de una preadolescente? ¿Te cuestiona?
-¡De todo me dice! Pero tengo buena relación con ella. Es una nena que si bien tiene las libertades de hablar de lo que sea conmigo y con el padre, porque de chiquita la educamos así, todavía no nos ha sorprendido con un gran cuestionamiento. Es muy respetuosa de sus tiempos y es muy de hablar siempre. Vamos acompañándonos etapa a etapa. Tiene esa libertad que admiro y a veces me sorprende. Me cuenta cada cosa que a veces yo pienso que no sé si a los 12 le contaba todo eso a mí mamá. No sé si era por vergüenza, por pudor, por lo que mi vieja generaba en mí o tal vez por un tema mío. Era algo generacional y de ciertas cosas no se hablaban con los papás. Que ella tenga esa libertad me parece espectacular.
Muna Pauls Cherri, la heredera de Agustina Cherri
-Muna es una pequeña estrella, en su cuenta de Instagram aparece cantando, tocando instrumentos y tiene una voz preciosa. ¿Le incentivás lo artístico o tenés tus reservas?
-Siempre lo hablo con ella. Yo empecé a los 6 años y trato de explicarle que cuando comencé era diferente la televisión, los medios y no había redes sociales. Era otro mundo, por así decirlo, y tampoco era hija de nadie que tenga que ver con el ambiente. Por eso hice mi camino muy de abajo, muy despacito. Yo siento que ella, más allá de su talento, también es hija de dos personas que tienen que ver con el medio y tiene un acceso mucho más rápido. Trato de decirle que hay que ir con calma.
-¿Tuvo propuestas?
-Ha tenido ofrecimientos del que se te ocurra. De grabar un disco hasta ser protagonista de una miniserie de Netflix. Lo que se te ocurra. Hasta ahora hemos frenado la máquina. Lo importante es que ella estudie, se perfeccione. Ella está segura de que esto es lo que quiere hacer porque es una nena muy aplicada. Desde muy chica estudió, toca el piano, la guitarra, hace su clase de canto, graba en un estudio una vez por semana, compone sus propias canciones. Ya va a llegar cuando todo eso explote. Todo se está generando y la idea es que cuando ella saque su disco va a ser con sus temas.
"Lo lindo de la cuarentena fue poder estar en casa 24/7. Yo en ese momento la tenía a Alba, mi hija más chica, con 4 meses cuando todo esto empezó. Dije “no importa, me quedó en casa con la beba” sin imaginar a donde iba a llegar todo lo que sucedió".
-Supongo que el cuestionamiento para ella es muy fácil, siendo que vos debutaste tan chica en los escenarios.
-Es fácil, pero Muna es una nena muy consciente. Yo también juego con la ventaja de que ella quiere hacer su música, no quiere que nadie le escriba una canción y no quiere parecerse a nadie. El hecho de componer siendo tan chica, desde la melodía hasta las letras, y buscar un sentido total a un producto, que es lo que ella quiere hacer, la tiene entretenida. También quiere salir cuando esté segura de que Muna Pauls va a ser distinta a todo lo que viste hasta ahora. Así que yo estoy onda “seguí, seguí” y mientras tanto voy ganando tiempo de que crezca. ¡Es muy chiquita!
Agustina Cherri opina sobre el debut en ficción del Polaco y Ángela Leiva
-A los 13 años ganaste un Premio Martín Fierro y hoy compartís elenco con dos actores debutantes como El Polaco y Ángela Leiva. ¿Quién tiene más chances de llevarse un premio como revelación?
-¡No voy a elegir a uno o al otro! (risas). Si puedo decir que tienen personajes muy distintos. Hay algo en Ángela que le toca laburar una historia que es muy dura, entonces en estos capítulos está transitando todo eso. Es una historia muy fuerte. Los dos están rodeados de grandes actores y eso ayuda muchísimo. Yo me acuerdo cuando empecé y me sentía segura desde ese lugar.
"Se va tomando conciencia de un montón de cosas sobre las mujeres. Las generaciones que vienen la tienen mucho más clara que nosotros. Nosotros todavía necesitamos que nos haga el clic en un montón de aspectos".
-¿Y en el caso del Polaco?
-El Polaco es alegría. Él arrancó, creo yo, en un lugar más cómodo porque me parece que en la novela su personaje se acerca más a él. Después hay un vuelco en su rol… ¡pero no quiero contar nada! Son dos compañeros que han venido, humildemente, a decir “nosotros no actuamos, ayúdennos” y ponen la mejor. A veces es difícil entrar en un ritmo de tira con actores que hacemos esto desde hace mucho tiempo. Ellos se han adaptado de una manera espectacular. Aparte, ahora que se abrieron los recitales, tenemos todos los fines de semana un show para verlos (risas).
Video y edición: Leandro Bevilacqua