Figura televisiva desde su temprana adolescencia, Adrián Suar (51) tuvo pocas parejas públicas en su vida: Araceli González (52), con quien fue padre de Tomás (21), y Griselda Siciliani (41), con quien tuvo a Margarita (7). Soltero desde fines de 2016, el protagonista de Corazón Loco reflexionó sobre su situación sentimental en un mano a mano con Ángel de Brito en Los Ángeles de la Mañana.
“No sé si veo lejano volver a estar en pareja, pero primero me tiene que volver a suceder. Tiene que suceder que tenga ganas de arrancar una relación, que es todo un tema. Implica muchas cosas y tengo que estar convencido”, arrancó. Luego, reconoció: “No tuve tantas parejas. Araceli, Griselda y una más. No soy de andar noviando”, respondió.
"Ha pasado que fueran verdad, he callado y me la banco. Pero tampoco salgo a desmentir".
En ese momento, el conductor acotó con picardía: “Después tuviste mucho picoteo”. Y entre risas el director de Programación de eltrece, remató: “Bueno, soy un hombre que ha vivido. Soy el Julio Iglesias argentino. Ja. No, mentira. Pero soy un hombre grande que ha vivido”.
Paso seguido, comentó: “A lo largo de mi vida ha habido muchos rumores de romance que han sido ciertos, y no los voy a decir porque la gente sabe cuál fue cierto y cuál no. Pero mucho ha sido mentira, muchísimo. A mí cuando se miente, cuando arrancan con cosas que no son… Ha pasado que fueran verdad, he callado y me la banco. Pero tampoco salgo a desmentir”.
"He vivido romances, he tenido historias buenas, malas. Pero no me gusta tener el honor de ‘mirá que loco que soy’. No me gusta”.
Lejos de los personajes de seductor que interpreta en cine y televisión, Suar afirmó: “Tampoco me gusta estar en el rol del hombre que tiene sexo loco. No me gusta estar ahí. He vivido romances, he tenido historias buenas, malas. Pero no me gusta tener el honor de ‘mirá qué loco que soy’. No me gusta”.
Ahí, enfatizó: “Por eso me enoja cuando dicen cosas, porque no estuve tanto en mi vida. Viví, pero no tanto porque también soy de los que cree que para tener una relación con alguien, y hasta sexual, tiene que haber algo”. Al final, Adrián Suar confesó su pasado de picaflor: “Bueno, sí. Hubo una época de mi vida que ya olvidé a los veintipico que sí… fue una etapa de formación, de encontrar, inseguridad, autoestima alta”.