"¿Querés ser mi novio? Porque mi mamá no me deja salir así… con gente…”, lanzó Loly, pero se frenó sobre sus palabras. Y Rial remató: "¡'Con gente mayor' ibas a decir! Se escuchó el ruido de la goma quemada desde acá".
En medio del cumpleaños sorpresa que Loly Antoniale le preparó a Jorge Rial, el conductor de Intrusos estaba dando una nota para Infama, y de fondo ya se escuchaban las carcajadas de su novia, que denotaban muuuuucha alegría y felicidad.
Es que al parecer, la modelo había tomado un par de copitas de más… y su lengua se soltó, ¡demasiado! El diálogo es imperdible.
“Che, che, che, tengo que trabajar, ir a La Pelu, tengo que estar espléndida, divina. ¿Vos me vas a levantar, mi amor?”, le dijo ella a él. “¿A las seis y media?”, preguntó el conductor. Y Loly, con cara de perdida y algo de preocupación, respondió: “¿Eh…? No, yo me levanto a las ocho. ¿Me vas a llevar el desayuno? Porque ya terminó tu cumpleaños. Ahora ya me enteré que empezaste desde nuevo a mí” (¿?). Y bueno… ¡entre ellos se deben entender!
Después, en medio de besos y varias risas, le hizo una pregunta al conductor, que recuerda a las épocas de los primeros noviazgos. “Te amo. ¿Mi amor, querés ser mi novio?”, dijo ella. Y agregó: “Porque viste, mi mamá tipo que no me deja salir así… con gente…”. Entonces Rial intervino: “¡'Con gente mayor' ibas a decir! Se escuchó el ruido de la goma quemada desde acá”, dijo con humor, en referencia a la "frenada" de Loly.
"Está hablando el alcohol. Menos mal que voy a manejar yo", reflexionó Rial. "No mi amor, ¡eso aclaralo!", le pidió Loly. "Aclaralo vos, chau", cerró el periodista con humor.
Tras la "frenada", Loly retomó su declaración: “Así, con gente tan poderosa, con un target tan alto. Yo era una chica humilde de Córdoba, que viene con las alpargatas de yute, entonces mi mamá tiene miedo, pero bueno, lo aceptó”, completó, con honestidad brutal. Pero el conductor, antes de que su pareja siguiera con su discurso, prefirió dar por terminada la nota y de paso le mandó saludos a la suegra.
“Nos vamos a dormir porque no damos más. Está hablando el alcohol. Menos mal que voy a manejar yo”, reflexionó Rial. Y Mariana intentó aclarar, pero oscureció: “No mi amor, ¡eso aclaralo!”.
“¡Aclaralo vos, chau!”, cerró Rial antes de subirse al auto. El control de alcoholemia, a salvo.