"¡Buenas tardes! ¿Cómo se va llevando esta tarde?".
Esa simple pregunta de una seguidora bastó para que Silvia D'Auro, la ex mujer de Jorge Rial, comenzara con una serie de llamativos y polémicos mensajes, que podrían reavivar su disputa con el conductor, en medio del complejo juicio de divorcio que llevan ambos.
"Con muchas ganas de abrir esta boca que tuve tanto tiempo cerrada! ¡Sólo cierro la boca por mis hijas! Por ahora", escribió la ex de Rial en Twitter.
"¡Con muchas ganas de abrir esta boca que tuve tanto tiempo cerrada!", le respondió a su seguidora la madre de las dos hijas del periodista. Y luego agregó: "¡Sólo cierro la boca por mis hijas! Por ahora. Mi accionar es en base a la Ley Salomónica. ¡Dios sabe! ¡No voy a lastimar ni que me lastimen!".
Un mensaje tras otro, D'Auro continuó con su ¿catarsis? pública desde su cuenta de Twitter, mientras Rial disfruta de unas vacaciones en Miami y Nueva York junto a la Niña Loly: "Durante 22 años traje y ahora de desvalijan! (sic) ¡Entrego todo a Dios! ¡Mi dignidad no tiene precio! ¡No lucho con la oscuridad!", escribió. Y aclaró: "Cuando digo traje es porque aporté, y hablo de mi trabajo. ¡No se puede quitar el pan de la boca a quien te sostuvo durante 22 años! ¡Bendiciones!".
"¡No se puede quitar el pan de la boca a quien te sostuvo durante 22 años! ¡Entrego todo a Dios! ¡Mi dignidad no tiene precio! ¡Bendiciones!", agregó D'Auro.
Estos tweets llegan en medio de la disputa judicial en torno al divorcio. En junio, la Justicia había dictaminado que Rial deberá pasarle 45 mil pesos a su ex mujer en concepto de alimentos para sus hijas (un monto inédito para este tipo de arreglos en la Argentina). Bastante menos de los 150 mil que había solicitado D'Auro, más otros pedidos económicos que fueron desestimados.
En las últimas semanas se rumoreó que la ex del conductor podría solicitar el retiro de la demanda de divorcio, como parte de una llamativa estrategia que podría derivar en un conflicto mayor. Algo que, llegado el caso, quedará en manos de la Justicia aceptar o no.
Mientras tanto, la otra disputa, la mediática, sigue en Twitter.