El rumor, raro por cierto, estaba instalado. Sergio "Maravilla" Martínez y Susana Giménez, se decía, habrían pegado buena onda y hasta se hablaba de una incipiente relación. La versión iba de la mano con algo que contó el Negro González Oro, amigo de la conductora, al confirmar que la diva viajará a verlo en su trascendental pelea del 15 de septiembre en Los Angeles, contra Julio César Chavez Jr., por el título mundial de peso medio del CMB.
Pero no. Las versiones del diario Crónica sobre el supuesto romance fueron desmentidas por el propio boxeador. "¡Por el amor de Dios! Cómo me subestiman. Por lo menos digan que salgo con la nieta de Susana. Sinceramanete...", dijo Maravilla en el programa El club de la tarde, de radio Mitre. Pero ojo, Sergio: Lucía Celasco tiene 18 añitos y está de novia con Joaquín Rozas, ex de Micaela Tinelli.
Maravilla agregó que se había enterado de que ella iría a verlo a través de Internet: “Hoy leí en el Twitter que Susana dijo que no me conoce pero que va a venir a alentarme. No la conozco de nada, pobre mujer. Déjenla en paz".
"Leí que Susana dijo que no me conoce pero que va a venir a alentarme. No la conozco de nada, pobre mujer. Déjenla en paz", declaró el boxeador.
El boxeador no dio vueltas y con una última frase terminó de desterrar los rumores del supuesto romance. "Ella y 3 mil argentinos más probablemente vengan a ver mi pelea. Como ella, 2.999 más, no creo que tenga relaciones con los 2.999. Personalmente nunca la vi. Nunca estuve en su programa, ni la crucé. No tengo ni la menor idea, ¿sabes?", negó el deportista con varias risas de por medio.
Hacia el final, Martínez se despidió y aprovechó para mandar saludos a su verdadera pareja. "Aprovecho para mandarle un saludo a mi chica, no voy a decir el nombre, pero...". Fue entonces que Ernesto Tenembaum y su equipo lo bromearon: "¡A Susana, si tenés ganas, mandáselo!".
En la última entrevista que brindó la diva a CNN, Susana Giménez había declarado que estaba más feliz que nunca disfrutando de su soltería, que ya lleva dos años. “Estoy como una monja”, había afirmado. Por ahora, entonces, todo indica que sigue así.