Del lado mediático se ve a Marcelo Tinelli en ShowMatch mencionando, muchas veces, a los cursos de El Arte de Vivir o al maestro , el gurú que creó esas técnicas de respiración y a quien (según anunció en su flamante Twitter) entrevistará en un programa especial.
"No soy Superman, también sufrí. Pero lo que predomina en mí es la paz y la gratitud", confesó Ribero.
Pero detrás de eso hay una historia de sufrimiento, superación, aprendizaje y -por qué no- milagro, que le da un sentido muy profundo a esas menciones del conductor en TV. En 2011, a su mejor amigo, Federico Ribero, le diagnosticaron un cáncer de pulmón que estaba ramificado en la pleura, el pericardio y el diafragma.
Hoy, después de varias sesiones de quimioterapia que hicieron desaparecer algunas ramificaciones y una operación para sacarle el tumor, Ribero logró parar la enfermedad, aunque continúa en tratamiento. Y en una entrevista para la, el empresario contó cómo transitó, con entereza y valentía, esta etapa tan difícil.
“Podés ponerte en el lugar de víctima, enojarte, preguntarte por qué. Pero si te conectás con lo bueno tenés más fuerzas para atravesar lo difícil", aconsejó el empresario.
“Tenía cuatro lugares tomados. Hasta ese momento yo no sabía qué era un oncólogo. Andrea (Bursten, su mujer desde hace 18 años) lloraba y decía que era injusto, y yo le dije: ‘¿Y que le pase a otros es justo?’”, relató Ribero.
Lejos de enfrentar la noticia con dramatismo, Ribero tomó la experiencia como un aprendizaje para valorar la vida y disfrutar de cada momento. Acompañado de su amigo, Juan Mora y Araujo, Instructor de El Arte de Vivir -con quien escribió el libro Inspirar, El arte de vivir mejor-, el mejor amigo de Tinelli logró vencer los pensamientos negativos y superar los miedos.
“Así me voy a morir, por la enfermedad que tengo me voy a morir de esta manera”, pensó cuando le dijeron que le quedaban dos meses de vida. “En momentos ya extremos me veía adentro de un cajón, cuando fueran a enterrarme, y pensaba en mis hijos yendo a ese lugar y yo sin poder darles un abrazo, sin poder cuidarlos”, relató sobre la idea más trágica que tuvo que enfrentar: su propia muerte y el sufrimiento de sus hijos Francesca (11) y Stefano (7).
“Empecé a pensar que lo realmente trágico hubiera sido que le pase a algunos de mis hijos. La mente tiende a llevarte a lugares de drama, pero lo único real es lo que te está pasando”.
Pero ayudado con las técnicas de respiración, con las que logró superar ataques de pánico, su actitud comenzó a cambiar. “Empecé a pensar que lo realmente trágico hubiera sido que le pase a algunos de mis hijos”, reflexionó. Y agregó: “Podés ponerte en el lugar de víctima, enojarte, preguntarte por qué. Pero si te conectás con lo bueno tenés más fuerzas para atravesar lo difícil […] La mente tiende a llevarte a lugares de drama, pero lo único real es lo que te está pasando”.
Claro que todo eso lo logró pasando por altibajos, con mucho esfuerzo, pero sobre, con amor. “No soy Superman, también sufrí. Pero lo que predomina en mi es la paz y la gratitud”, concluyó Ribero en la entrevista.