Las esquirlas de la bomba que estalló cuando Moria Casán fue detenida en Paraguay continúan salpicando a la diva y a su entorno. Mientras las joyas siguen sin aparecer, la relación entre la diva y su socio, Luciano Garbellano, parece estar cada día más deteriorada.
A pesar de que el abogado de Moria, Matías Morla, había anunciado que Casán no haría más negocios con Garbellano, el empresario asegura: “Tenemos negocios en común y, por ahora, seguimos juntos”.
Así lo explicó en una entrevista al diario Muy, en la que fue muy duro con el entorno de la jurado de Bailando 2012. Especialmente, con Coco, el chofer de Moria, que afirmó que todo el asunto era un “auto robo” de Garbellano y el joyero para saldar una deuda.
“Coco dijo eso porque es el novio de Galo (N. de R.: Es el asistente personal de la diva y también debió declarar en Paraguay por la desaparición de las joyas) y pensó que yo lo iba a comprometer en un careo. Es un muchacho que está en recuperación por drogas, y como la señora es una gran rehabilitadora, quiere recapturar lo irreversible”, aseguró Luciano al matutino.
Y disparó: “Este señor y otros del entorno de Moria, salvo Galo y Maxi, el jefe de prensa, son una gran corte de adictos”. Por último, el polémico empresario se defendió de las acusaciones en su contra: “Me trataron como si hubiese violado a un menor. ¿Qué hice yo? Si ni siquiera estuve en el camarín en el que estaban las joyas”.