Con una sola palabra, Christian Bale logró describir la terrible tragedia que tuvo lugar en Denver cuando James Holmes ingresó armado a un cine y mató a doce personas: horror.
El hombre, que luego fue apresado, acudió al estreno de El caballero de la noche asciende, de la saga de Batman y protagonizada por Bale, disfrazado como el villano del filme y comenzó a disparar a mansalva.
En un comunicado, el actor había dicho: “las palabras no pueden expresar el horror que siento en este momento”. Pero el miércoles decidió ir más allá de las palabras y visitar a los heridos -fueron 59 en total- del tiroteo.
Por eso, Bale asistió al Centro Médico de Aurora, donde charló durante más de dos horas con los pacientes de la clínica que resultaron heridos cuando fueron a ver la película, que hoy se estrena en Argentina.
“Fue bueno para los pacientes. Esperamos que fuera terapéutico para ellos y todo el equipo realmente apreció que viniera”, afirmó a la prensa Bill Voloch, presidente interino del complejo hospitalario sobre el accionar de Christian, que dedicó alrededor de diez minutos a cada paciente.
Un súper héroe en la pantalla grande y un hombre solidario en la vida real.