Como nunca antes lo había hecho, Mónica Farro relató su experiencia como víctima de violencia de género. Invitada a Desayuno Americano, la vedette contó por primera vez detalles de su agresiva relación con el productor Jorge "Negrito" Luengo, con quien salió durante cuatro años.
“Es lo peor que me pasó en la vida. No hubo denuncia por miedo. Yo era extranjera, estaba sola, tenía miedo de quedarme sin trabajo, sin casa. Era un perrito maltratado”, comenzó contando Mónica, con valentía, hasta que intervino en su relato Rocío Marengo.
"Tenía agujeros en la cabeza de las extensiones que me sacaba, tres veces me desmayé. Limpiaba mi sangre de las paredes".
“¿Los golpes no eran por parte tuya también?”, le preguntó la panelista de Desayuno y la invitada recordó que Rocío había hablado de esta situación en Intrusos, dos años atrás, cuando eran compañeras de elenco en la compañía teatral de Carmen Barbieri.
A partir de ese momento, el escalofriante relato de Farro se vio interrumpido en varias oportunidades por Marengo, que insistía con que la vedette también le pegaba a su ex pareja: “¿Sabés qué pasa? Cuando sos una bolsa de box, te defendés. Vos no me parecés una buena compañera… Reírte en la tele de un problema mío no es de buena persona”.
Más allá de las intervenciones de Rocío, posteriormente muy criticadas, Mónica continuó contando su experiencia el productor de Ideas del Sur: “Nunca me pegó con el puño cerrado, pero hay otras formas: te pueden dar la cabeza contra la pared, me mordía, me pegaba cabezazos. En el último tiempo, que había bajado 7 kilos, que vivía llorando y era un alma sin vida, yo me quedaba quieta y que pasara lo que pasara”.
"Me quise suicidar dos veces el año pasado cuando surgió esto de las minitas que habían estado con él. Me pasaron cosas muy grosas, comía y vomitaba".
Cuando el panel le preguntó por qué no dejaba a Luengo, ella explicó: “Es una enfermedad, no sé. Yo siempre tenía las manos mordidas, la cara mordida, un ojo negro, la boca rota. La gente que trabajó conmigo sabe lo que yo tuve siempre en mi cuerpo (…) Lo puse por encima de mi hijo, que es lo más grande que tengo en la vida, en muchas oportunidades. Lo grabé una vez maltratándome, pero siempre tuve miedo”.
“La policía fue cinco veces a mi casa, antes de mudarme con él, los vecinos golpeaban la puerta, era una locura de los dos. Yo me quise suicidar dos veces el año pasado cuando surgió esto de las minitas que habían estado con él. Me pasaron cosas muy grosas, comía y vomitaba. No tuve el valor pero sí tuve el cuchillo en la mano. Me rompió un diente y me fisuró un dedo. Me da pena que mi hijo escuche esto... aunque mi hijo me vio con la cabeza sangrando en Mar del Plata. Mi hijo lo odia”, contó angustiada.
"Mi hijo me vio con la cabeza sangrando en Mar del Plata. Él lo odia"
Ante los constantes cuestionamientos de Marengo, Farro afirmó: “Lo mordí porque me estaba asfixiando y ahorcando, dándome la cabeza contra la pared. Tenía agujeros en la cabeza de las extensiones que me sacaba, tres veces me desmayaron, limpiaba mi sangre de las paredes. ¿Hay necesidad de llegar a esto para que entiendas?”. Un relato desgarrador que, seguramente, se transformará en el tema del día.
Mirá los videos con el testimonio de Mónica Farro y su pelea con Rocío Marengo.