No tiene paz. Ni dentro de sus cuatro paredes, ni fuera de ella. Justamente lo que necesita Evangelina Anderson (28), con un embarazo que transita la semana número 12, mientras se acomoda a su nueva vida de soltera.
"¡Martín no me pidió nada! Lo que pasa es que si salgo a desmentir estas cosas, no se termina más", le dijo Evangelina a Ciudad.com.
La última semana de junio arrancó con la noticia de su separación del futbolista Martín Demichelis (31), padre de Martín Bastian (3), el primer hijo de una relación de cuatro años y medio. El segundo está por venir. Se gestó en Marbella, España, cuando la pareja aún no había entrado en crisis. Y recién después de la confirmación (análisis de sangre mediante) las peleas se transformaron en moneda corriente, intensificándose durante las vacaciones en la Argentina, con el desenlace ya conocido.
En el medio hubo rumores de una separación escandalosa y hasta se dijo que Demichelis habría participado de una fiesta con señoritas en Miami, luego de la ruptura con Evangelina, algo que primero desmintió la modelo y luego el propio jugador, a través de un comunicado.
Pero este lunes, el diario Muy publicó en su portada una información que causó un nuevo revuelo: "Anderson: Dudas y ADN", dice el título. "Demichelis le habría pedido el examen para reconocer al bebé", se lee en la bajada.
A raíz de este rumor, Ciudad.com se comunicó con Evangelina Anderson, quien a través del chat de su celular respondió a esta versión periodística: "Es muy doloroso leer estas cosas. Ya no saben qué inventar. ¡Martín no me pidió nada! Lo que pasa es que si salgo a desmentir cada pavada que dicen, no se termina más. Yo estoy embarazada y me tengo que enfocar en eso, porque estas cosas me hacen mal".
"Son muy celosos el uno del otro, pero el último abrazo que se dieron Evangelina y Martín antes de la despedida fue el dos personas que aún se aman...", le dijo un allegado de ambos a Ciudad.com.
Demichelis ya volvió a Marbella para reincorporarse al Málaga, el club español donde juega. Pero antes, dejó un convenio firmado entre ambos, ante escribano público (no estaban casados), que deja establecido un régimen de visitas del pequeño Bastian a su papá, de una vez por mes (viajará por una semana, acompañado por un familiar de Martín) y una cuota alimentaria por algo más del 20% de sus honorarios, que incluye ya al hijo por venir.
Si bien la separación hoy por hoy es un hecho, según pudo saber Ciudad.com a través de allegados, más allá de la existencia del convenio, quedó una puerta abierta a la reconciliación futura. "Son muy celosos el uno del otro, pero el último abrazo que se dieron antes de la despedida fue el dos personas que aún se aman...". El tiempo dirá si habrá más abrazos...