#Elvideo (tal como fue el hashtag que explotó en Twitter) de Silvina Luna vino para calentar el frío invierno de 2011. Allí se podía ver a la modelo y actriz en una situación de un fuerte -fuertísimo- voltaje erótico.
En esas famosas imágenes, que llegaron a la Web hasta en HD, la rosarina aparecía bebiendo de una botella de vino en pleno viñedo de Napa, Estados Unidos. Pero luego se desnudaba y finalmente, junto a su (por ese entonces) novio Martín Vari, mantenía relaciones, con la cámara enfocándolos para guardar registro de ese momento tan íntimo... que luego dejó de serlo.
En un principio, Silvina se sintió sumamente avergonzada e indignada por la difusión de #elvideo. Y aunque se encontraba de vacaciones, fuera del país, relató: “Estoy dolida con todo esto. A nadie le gustaría salir haciendo el amor en los medios".
Luego fue tapa de la revista Gente. Y allí, ya habíendo bajado algunos decibeles, declaró: "Con mi novio nos amamos y grabamos el video por diversión. Hice lo que cualquier chica de mi edad". Además, fue a Sábado Bus, donde dio detalles de lo sucedido y hasta se permitió sonreír por la situación vivida.
Pasó la vergüenza. Pasó la indignación. Pasaron las bromas. Y, claro, llegaron las ofertas. Por eso, en noviembre de 2011, cuando #elvideo ya había "pasado de moda", sorpresivamente apareció una publicidad protagonizada por Silvina Luna. Sí, la ex vedette había aceptado ser ¡casualmente! la imagen del Festival Nacional del Torrontés Riojano y grabó un spot publicitario con las sierras de Chilecito de fondo. En el mismo, un mozo le abre un vino y se lo sirve en una copa (en una imagen que, claramente, recuerda a #elvideo). Ella, después de degustarlo (en cámara lenta), invita al evento.
En diciembre, la modelo y actriz realizó insólitamente otra variante de #elvideo, esta vez en la temporada teatral marplatense. Allí Silvina protagonizó la obra Delicadamente inmoral, de Gerardo Sofovich, en la que, en compañía del humorista Sebastián Almada, practica una irónica posición de yoga... ¡igualita a la de las famosas imágenes!
Ahora, a casi un año de la difusión de #elvideo, Silvina Luna encontró otra forma de hacerlo redituable: participa de la publicidad de una proveedora de Internet, cuyo leit motiv es cambiar la reputación online de sus usuarios. En el final del aviso, aparece ella, disfrazada de monja, haciendo el gestito de OK con la mano derecha y mencionando la palabra: "¡Funciona!".
Sí, por lo visto, funciona.