Finalmente comenzó La Dueña, una de las ficciones más esperadas de la televisión argentina. Es que después de sus legendarios almuerzos, Mirtha Legrand se animó a actuar en el unitario de Telefe que la tiene como protagonista.
Legrand se lució con el personaje de Sofía Ponte, la figura por donde pasa el eje dramático de la historia y que tiene varias similitudes con Legrand. La ex conductora ya lo había anticipado frente a la prensa: ella es una buena actriz pero su personaje tiene mucho de su personalidad, como su exigencia y preocupación por la estética, la elegancia y sus finos gestos. Además de esto, el guión agregó históricas perlitas de la diva que dieron toques de humor y complicidad con el televidente.
En la emisión no faltó el famoso “chau chau” de sus almuerzos ni tampoco el menos elegante “¡mierda carajo!”, a lo que se sumó otra muletilla que dejó en claro quién es la protagonista: “Yo soy la dueña”, repitió Legrand en más de una ocasión.
La ficción comenzó con la diva asistiendo en un lujoso auto a una de sus fiestas, pero la celebración se vio arruinada cuando bajó del automóvil y la detuvieron por asociación ilícita. Claro que ella lo tenía todo bajo control. El arresto era parte de un plan para escapar del evento, ya que le habían avisado que algo malo iba a suceder allí.
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