Seguro recordás a Javier Belgeri, aquel simpático niño rubio, de melena abundante y siempre compinche de Guillermo Francella en cine y televisión.
Hoy, ese nene que pintaba para estrella, tiene 33 años y estuvo en Intrusos para contar su dramática historia: conoció las drogas en el inicio de su adolescencia, estuvo preso, su familia le dio vuelta la cara, y actualmente está en situación de calle.
"Mis viejos me internaron a los 17 en un neuropsiquiátrico al lado del Borda".
Sentado a la derecha de Jorge Rial, Belgeri abrió su corazón y contó: "Trabajo en los medios desde el '89, primero como bailarín de Flavia Palmiero, después hice dos películas Exterminators 3 y 4, más Brigada Cola. Tuve siete años de trabajo en televisión muy fuertes. Desde los 11 años, cumplía horarios de doce horas de trabajo. Trabajaba como una persona mayor, ganaba muy buena guita. Si la hubiese guardado podría tener mi departamento, mi auto o mi negocio. Fue mucha guita de repente, mi familia me la administraba y creo que se marearon".
Sobre ellos, su familia, además amplió: "Tengo un dolor muy grande. Siento que me mandaron al matadero. Mi papá me amaba cuando me aplaudían y hoy en día no aparece. A mi vieja la amo, pero hoy en día me discrimina por la vida que llevé, no sé qué es lo que le pasa. Mi hermano es el que siempre está conmigo. Sé que tuve mis errores y que no fui ningún santo. Me arrepentí, pedí perdón, no sé qué más hacer. Yo a veces digo, me hicieron la de Macaulay Culkin".
"Estoy viviendo en la calle, en una vereda, buscando un lugar, abajo de una escalera, al lado de un monumento, metido en un árbol. Me da mucha vergüenza".
Belgeri también habló sobre el hecho delictivo que lo llevó a estar un año y medio preso en Batán: "Nunca robé nada. Salté un alambrado y robé unas gallinas, para decirlo con una metáfora. Estaba en un difícil momento económico, más la droga, la falta de afecto y la desesperación por no tener comida. Estuve un año y un mes preso en Batán. Es como un jardín de infantes de los penales. Para mí fue muy jorobado, pero siempre tuve a Dios de mi lado, me guardó y confié plenamente en Jesús y no me pasó nunca nada. Ahí adentro sigo conociendo a Dios, que ya lo había conocido a la calle. Siempre hablo del Señor porque es el que me da fuerzas para seguir viviendo. Salí muy bien de la cárcel. Es un buen penal. Hay una nota que me hizo Chiche Gelblung en la que estoy muy bien. Pero después volví a agarrar la calle y me volví a confundir".
Javier Belgeri contó cómo es su difícil presente: "Hace tiempo que estoy en situación de calle. Estaba viviendo de casa de un amigo en otra. Ya se agotaron las posibilidades. No me alcanzaba para darle de comer a mi hija. Estoy viviendo en la calle, en una vereda, buscando un lugar, abajo de una escalera, al lado de un monumento, metido en un árbol. Me da mucha vergüenza. Antes no lo decía por orgullo, pero ahora lo digo, para que mi familia se dé cuenta que no deberían haberme dejado tirado".
"Estuve un año y un mes preso en Batán. Para mí fue muy jorobado, pero siempre tuve a Dios de mi lado, me guardó y confié plenamente en Jesús y no me pasó nunca nada".
Y hace su mea culpa: "El error mío fue haberme metido en las drogas. Siempre es una mierda y más yo siendo conocido. Es como contagiarte de SIDA (sic). Me empecé a drogar a los 14 con cocaína. Mis viejos me internaron a los 17 en un neuropsiquiátrico al lado del Borda, estuve un mes y medio. No era el lugar, estaba en condiciones deplorables, no era para mí".
A pesar de todo, Belgeri sueña con volver a trabajar en los medios, ahora que logró encauzar un poco su vida: "A mí la televisión me encantó. Amo la TV y el medio. Me encantaría volver. Sueño con hacer Exterminators 5, con Guillermo Francella. Tengo 33 años. Me recuperé de todo, hay cosas que me cuestan, como por ejemplo me tomo mi cervecita. Estoy haciendo un tratamiento psicológico hace tres meses. Hace diez días que una familia me está cuidando. Estoy en una casa donde estoy alquilando una habitación, sin dinero. También vivo un poco con mi novia, que yo digo que es mi Larissa Riquelme, porque es paraguaya. Estoy contenido, muy bien. Hace diez días estaba muy mal, estaba en la calle, corría riesgo mi vida. Ahora me están bancando todo, desde la comida hasta el amor. Estoy buscando trabajo de lo que sea. Tengo muchas ganas de acercarme a Guillermo (Francella) para saludarlo y que a ver si hay algún bolito por ahí, para ganarme un manguito. Quiero meterle pata para presentar unos guiones que escribo. Hay muchas posibilidades".
Mirá el video con un fragmento de las dramáticas confesiones de Javier Belgeri, en Intrusos.
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