Victoria Vannucci (28) y el empresario Matías Garfunkel (36) están pasando un duro momento porque la modelo perdió su embarazo de 14 semanas. La pareja había anunciado la feliz noticia en la revista Caras y a los pocos días nos enteramos de esta triste noticia.
"Ser padres era nuestro sueño y hacía mucho tiempo que estábamos buscando a este bebé. Hablábamos, fantaseábamos, imaginábamos cómo sería, qué colegio es el mejor para educarlo, cómo nos gustaría vestirlo", le había dicho Victoria al semanario tan sólo unos días atrás.
El viernes pasado, Victoria fue a ver a su obstetra para realizarse un estudio, pero allí se dieron cuenta que no se sentían los latido del bebé. El sábado, Vannucci entró al quirófano de la Clínica Suizo Argentina pare que los médicos le extraigan el bebé sin vida.
“Ella amaneció muy deprimida, fue muy traumático tener que pasar la noche sabiendo que en su vientre tenía el cuerpo sin vida del bebé con el que tanto soñábamos. Estamos muy mal, con una angustia tremenda”, dijo Garfunkel a Caras. Y agregó: “En la ecografía del viernes, los latidos del corazón del bebé, que hacía tres semanas estaban, ya no se sintieron. Esta iba a ser la cuarta vez que escucháramos los latidos de nuestro futuro hijo, hasta lo llegamos a ver dando vueltitas dentro del útero”.
“Victoria está destruida y no puede hablar por la tristeza”, aseguró Matías. Y añadió: “En este momento sentimos desconsuelo, desconcierto, la vida nos sonreía y un minuto después nos llevamos una gran decepción. Vicky no tuvo ningún síntoma que hiciera suponer este desenlace”.
“Nos hacemos muchas preguntas, pero hasta dentro de 30 o 40 días no vamos a tener respuesta. Lo único que nos dijo el médico es que, entre un 5 y un 8 por ciento de las veces, estas cosas suelen ocurrir. Es como si fuera una muerte súbita del feto”, dijo el empresario y comentó que van a salir adelante y que en algún momento van a buscar otro hijo. Además aseguró que tiene planeado casarse cuando la modelo termine el curso de conversión al judaísmo, y hacerlo por ese rito religioso ya que por otra vía no pueden hasta que a Victoria le salga el divorcio del Ogro Fabbiani.
“Hubo momentos en que yo la contuve a ella y otras en las que ella me calmaba a mí. El llanto de Vicky era desgarrador, jamás la había visto así”, finalizó Garfunkel.
¡Fuerza!