Ni comprometidos, ni casados ni nada... Que los eternos buscadores de las noticias del corazón se sigan quedando con las ganas. Al menos, si se trata de Enrique Iglesias y su supuesto y "siempre inminente" compromiso con la tenista Anna Kournikova.
Porque a pesar de las especulaciones, los supuestos anillos que la pareja usa e, incluso, las declaraciones de la sensual rubia, por ahora no va haber boda entre ellos. Por ahora... y por un bueeeeen rato.
A sus flamantes 36 años, Enrique confesó que no quiere saber nada con los confites y -ante el descontento de los románticos de siempre- brindó sus razones: "Quizá sea porque mis padres están divorciados. No creo que uno quiera más a alguien porque lo ponga en un trozo de papel", explicó a la revista Parade, negando que en algún momento se hayan planteado esa posibilidad.
"De verdad que no quería confundir a nadie", destacó. Y a guardar el arroz, señores...