La polémica comenzó cuando Angel De Brito, desde su columna en Ciudad.com, puso en duda el famoso viaje que Mariano de la Canal asegura haber hecho a Italia, para visitar a su ídola, Wanda Nara, quien lo había invitado públicamente en ShowMatch. Desde ese momento, el actual participante de Soñando por bailar 2 se catapultó a la fama.
Desde su lugar, Zaira Nara trató de defender al fan de su hermana: “"Hay cosas que no se tienen que preguntar. Si me hace feliz, no me interesa cómo llegó ahí. Hay mentiras que no le hacen mal a nadie y hay mentiras que a él lo benefician”.
Y la guerra entre Zaira y De Brito estalló. Con la mediación de Mariano Iúdica, la modelo y el periodista se dieron con todo en la previa al Soñando por Bailar 2, programa conducido por Santiago del Moro.
“Yo quise bajar el decibel desde el momento en que él me faltó el respeto. Te pido que te dirijas a mi con respeto. No me importa si él viajó o no", disparó la menor de las Nara.
“Vos me llamaste extorsionador, ¿o no? Esto no conduce a nada. A vos no te importa si viajó y a mí sí. Wanda es también la que tiene que decir si quiere o no mostrar las fotos. Digan la verdad los dos”, criticó De Brito.
Y Zaira, sin muchas excusas en su haber, apenas arremetió: “A mí no me importa, me preocupa que a vos te importe tanto. Cuando te refieras a mí, que sea con respeto. Yo me senté en Este es el show por todas las barbaridades que me dijiste. Sos un periodista muy bueno, a la altura de Marcelo Polino, pero él no falta el respeto. Me da lástima que tengas que dedicar tu tiempo a llamar a Migraciones para ver si viajó".
Luego, como no podía ser de otra manera, Mariano se metió en la pelea. “Al margen de si yo viaje o no viaje, acá está mi sueño”, deslizó, tratando de esquivar los precisos disparos.
Por último, para no ser menos que el fan de Paris Hilton, quien se tatuó el nombre de su ídola en su brazo, De La Canal prometió: “Esta semana me voy a tatuar. Porque las quiero, las amo. Lo pensé, porque un tatuaje te marca”, reconoció.
¿Cómo seguirá este polémico culebrón? De la Canal, ¿al detector de mentiras?