Ignoró las reglas e ingresó un celular, que usó a escondidas, pero la producción de Soñando por bailar 2 lo descubrió y Joaquín Starosta fue condenado al destierro. El castigo en su caso será doble, ya que al admitir que desde el comienzo del certamen tenía un teléfono móvil a mano, argumentó que le era indispensable "para sentirse seguro".
"Leí el reglamento. Sabía que no se podía llevar un teléfono, pero tengo uno. No te estoy cargando. Nunca en mi vida salgo a ningún lado sin mi celular, por una cuestión de seguridad. Soy claustrofóbico y el año pasado sufrí un secuestro. Entonces, pase lo que pase tengo mi celular para salir de una emergencia", explicó Joaquín a Este es el Show, ante la sorpresa de los panelistas.
Amalia Granata no le creía nada y se reía sin disimulo, pero luego Starosta insistió: "Es algo que está adentro mío, me desespero cuando no tengo un teléfono cerca. No fue un intento de secuestro, sufrí un secuestro: hay una causa abierta en Tribunales. Me cruzaron un auto y a punta de pistola nos metieron en otro coche y Me llevaron a la villa 1-11-14. Estuve ahí como diez horas atado. Después de eso no voy a ninguna parte sin mi celular".
Incrédula, Granata puso en duda la historia del soñador, leyendo la información que le confió (vía SMS) Hernán Ranieri, el ex representante de Ricardo Fort: "Joaquín fingió un secuestro cuando Fort le regaló el Rolex, para poder venderlo". De inmediato, el ex amigo del chocolatero se escudó en que había una causa abierta y tramitándose ante un juez.
Respecto al costoso reloj, Joaquín atacó: "Ricardo vino a buscar a mi casa el reloj que me regaló. En ese momento le dije: 'Yo no valgo un reloj, si te peleas conmigo y me pedís un regalo que me hiciste, sos un grasa'. Fort pensó que me lo habían robado y se lo devolví".
"No sé si voy a poder soportar estar sin el teléfono, voy a aguantármela, voy a ver qué pasa", se lamentó el bailarín. Y como Magdalena Bravi fue sancionada por usar un celular perteneciente a la producción con tres días, José María Listorti le comunicó a Starosta que estaba castigado con el destierro por tiempo indefinido -ya que su falta era más grave que la de Magui-, hasta que la producción decida el tiempo de la pena.
Resignado, armando las valijas para pasar unos días en la solitaria y austera cabaña, Joaquín se consoló con llevarse las fotos de su familia como remedio contra su padecimiento.
¡Mirá el video con la sanción a Joaquín Starosta!