En el 2009, Verónica Perdomo estaba probando el gusto de la fama cuando su vida dio un giro de 180 grados. Estaba atravesando un gran momento profesional ya que era la co-conductora de Impacto 9 junto a Roberto Menna, formaba parte del programa que conducía Gonzalo Bonadeo por TyC Sports y en viajaba seguido a Chile para participar de distintos ciclo.
En uno de sus viajes al país vecino comenzaron los malestares: dolor de cabeza y fiebre. Verónica no le prestó la atención necesaria y a su regreso a Buenos Aires perdió la visión de un ojo y todo derivó en un ACV (accidente cerebrovascular), que sólo un cuatro por ciento de las personas que lo tienen se recuperan.
Afortunadamente, de a poco se fue recuperando y a los dos meses comenzó a decir algunas palabras. Pero la vida le tenía preparada duros momentos que debió atravesar en medio de su lucha. Su padre, quien no se separó de su lado cuando fue internada de urgencia en el Instituto Fleni, murió por una trombosis intestinal. Y en diciembre de 2010, su hermano Gabriel (30) falleció de un paro cardíaco.
“A pesar de estas pérdidas, entendí que todo es por algo y que la vida es lo más lindo. Aprendí que hay que disfrutar el día de hoy, con la mejor onda. Nunca la felicidad es completa, pero se puede”, contó Verónica a diario Libre.
Ahora, Perdomo debutó en stand up en Palermo donde en 6 minutos conmovió al público. Allí cuenta su dramática historia pero con humor, pero para ello debió a prender a hablar nuevamente.
“No podía hablar y busqué algo que me lo exigiera. Aunque la fonoaudióloga tenía miedo, decidí probar con el profesor Ferandno Sanjiao, porque quería contar todo lo que me había pasado, pero de una manera humorística", aseguró Perdomo al matutino. Y agregó: “Me estudié una palabra que para mí fue muy difícil pronunciar: Afortunada”.
¡Un ejemplo de lucha!