Cinthia Fernández es pasión de multitudes. Y como tal, los futbolistas, asiduos lectores de sitios de espectáculos y revistas del corazón (con algo hay que matar el tiempo en las concentraciones, vio), hacen cola para ganarse una cita con la diosa del hilo dental, que llegó a la cima de su popularidad en la pista de Bailando 2011.
Ella, en su discurso, dice que está solita. Léase: sin novio. Pero compañías no le faltan. Futbolistas, tampoco. Las estadísticas amorosas así lo demuestran.
Primero, Cinthia apostó por el amor con Jonathan Ferrari, defensor de San Lorenzo. Terminó en escándalo y terceras y cuartas en discordia. Luego se entregó a los brazos de Iván Pillud, jugador de Racing. Pero la historia no pasó del touch and go. Y ahora, cuando las miradas se desviaban a un promocionado affaire con Matías Alé (desmentido por ambos), el diablo metió la cola. Porque la eximia bailarina de ShowMatch comenzó una relación con Matías Defederico, volante de Independiente con pasado en Huracán, Corinthians de Brasil y... Rocío Gancedo, ex Gran Hermano 2011.
Según le comentaron a Ciudad.com allegados de Cinthia, se conocieron a través de la vedette brasileña Tamara Alves y el futbolista de Racing Patricio Toranzo, quienes son pareja y amigos de la candidata a las finales del Bailando.
Si bien la relación no tiene ni un mes de antigüedad, ya hay mensajitos indirectos a través del Messenger de BlackBerry ("te extraño", pone ella en su nick; "Yo también", responde él). Y hasta ya se habla de inminente presentación familiar.
¿Será la tercera la vencida para Cinthia Fernández?