"Con Victoria hablamos mucho antes de que entrara a la casa. Dijimos: 'nada de besos'. Por eso nos llama la atención su conducta. Necesito hablar con ella cuando salga, porque no la deja bien parada. La gente es muy moralista y acusadora. Pero bueno, también existe el amor a primera vista, y tal vez es lo que le sucedió ahí adentro".
"Con Victoria habíamos dicho: 'En la casa, nada de besos'. Me llama la atención su conducta. La gente es muy moralista y acusadora. Pero bueno, también existe el amor a primera vista, ¿no?".
Claudia Rosales es como su hija: frontal, verborrágica. Directa. Y no da vueltas a la hora de comentar las imágenes de su hija, Victoria Irouleguy, la bebota de Gran Hermano 2012, junto a Ezequiel, bajo las sábanas. "Pero no estoy triste ni siento vergüenza como salió decir el padre. ¡Quién es para decir eso!", remarca la madre de la participante más sexy de la casa, un adelanto de lo que serán sus declaraciones en respuesta a Sergio Irouleguy, quien había dicho: "Me dolió un montón lo que vi. Yo la hubiese educado de otra manera".
Dentro del hogar televisado, Victoria había contado que su papá "abandonó" a ella y sus cuatro hermanos menores (dos mujeres y dos gemelos), cuando ella tenía 8 años. Y luego su padre salió a aclarar: "Yo no los abandoné. La verdad es que con la madre estábamos llevándonos muy mal. Ella me estaba volviendo loco, y antes de que todo empeorara, decidí irme". Sin embargo, Claudia le cuenta a Ciudad.com una versión bastante distinta.
"Lo eché yo de mi casa, con 7 patrulleros, por maltrato a mi hija mayor, que tuve durante mi primer matrimonio. Todo el tiempo ejercía la violencia. ¡Hasta un tiro me pegó!", sorprende esta enfermera que actualmente vive con sus seis hijos en Mar del Plata.
-¿Cómo fue que llegó a pegarte un tiro?
-Fue durante una discusión. La bala me entró por el pecho izquierdo y me perforó el estómago. Estuve tres meses para salir del cuadro de gravedad. Victoria tenía 6 años en ese entonces. Hasta me hicieron colostomía, así que imaginate lo que fue.
"A mi marido lo eché yo de mi casa, con 7 patrulleros, por maltrato a mi hija mayor. Todo el tiempo ejercía la violencia. ¡Hasta un tiro me pegó!".
-Pero Victoria contó que su padre se fue de la casa cuando ella tenía 8 años. ¿No se separaron después de eso?
-No. El no fue preso gracias a la declaración que yo di, porque quería que mis hijos no se quedaran sin su papá. Pero por más que intenté, fue imposible continuar con la relación, la violencia seguía.
-¿Después de la separación, cómo siguió tu vida con tus hijos?
-Nos fuimos a vivir a Mar del Plata. Y después de 6 años, logré trabarle un embargo en su sueldo, para que cumpla con la cuota alimentaria. Mi vida no fue fácil, criando a mis hijos yo sola. No les pude poner una niñera para que los cuidara. O trabajaba o los cuidaba. Tengo el dolor de madre de que él los despreció siempre. Encima se la pasa diciendo de que nuestros tres hijos más chicos no son suyos. En cualquier momento se le van a aparecer para hacerse un ADN... No porque tengas dudas de que es su padre, sino para que deje de hablar pelot.... Lo dice para limpiar su falta de presencia como padre.
-El dice que no ve a Victoria hace 3 años...
-Habla mal de él que diga eso, porque yo jamás se los negué. Siempre les dije a mis hijos que se acercaran al padre, que marcaran su territorio, y él nunca los aceptó. Victoria no se hizo problema: como nunca le generó nada, ella dijo: 'Yo por mis propios medios voy a lograr lo que quiera'.
-¿En lo personal cómo sobrellevás lo que te tocó vivir durante esa conflictiva relación con tu ex marido?
-La psicóloga me dijo: 'Estuviste 11 años a su lado, ahora vas a necesitar otros 11 años para curarte, porque fue mucho lo que viviste'. Sobre todo lo del tiro.