A finales de 2010, la noticia sobre un supuesto affaire de Andrés Calamaro con la modelo Micaela Breque provocó la separación del cantante de su mujer, Julieta Cardinali, con quien -hasta entonces- parecía vivir un romance idílico. Pero video de la imagen de la ex conejita bailando en un show que El Salmón brindó en Chile no hizo más que agrandar lo que ya se aventuraba como un verdadero escándalo.
Cardinali exigiría para su hija una cuota mensual de manutención superior a los 160 mil pesos y el total de la mansión que hoy ocupa, valuada en medio millón de dólares.
Y aunque la actriz y el músico, padres de Charo (4), quisieron darle una nueva oportunidad al brevísimo matrimonio, las cosas no funcionaron y la separación fue definitiva. A pocas semanas de cumplirse un año de aquella ruptura, Cardinali y Calamaro estarían afrontando un complicado divorcio.
Según informó el periodista Alexis Puig en América Noticias, ella exigiría para su hija una cuota mensual de manutención superior a los 160 mil pesos. Serían 40 mil para los gastos de la pequeña, expensas, servicio doméstico y alimentos; mientras que los 120 mil pesos restantes serían utilizados para saldar los costos de la tarjeta de crédito y los pagos cotidianos. Algo que el ex líder de Los Abuelos de la Nada no estaría dispuesto a pagar y, según se comenta, habría hecho una oferta mucho menor.
Además, la actriz le reclamaría el total de la vivienda que habita junto a su hija, valuada en medio millón de dólares. En este punto, el cantante habría estado de acuerdo desde un principio.
Según el periodista, lo que más le habría molestado a Calamaro fue que en la última visita de la supuesta nueva pareja de Julieta, el cineasta español Juan Carlos Fresnadillo (un vínculo que la actriz niega rotundamente), los pasajes habrían sido pagados con dinero de El Salmón.
Esta información comenzó a circular días después de que Julieta hablara por primera vez de su separación, con sorprendentes declaraciones a la revista ¡Hola! Argentina: “Todo lo que se dijo fue un chiste frente a lo que me tocó vivir", aseguró la artista.
"Tuve mucha exposición pública que no pude manejar, pero que no fue generada por mí. Hice todo lo posible por preservar a mi hija y nos mudamos a otra casa hasta que pasara todo. Esta es la primera vez que hablo, porque ya pasó. Lo único que busqué fue resguardarnos porque yo no tengo nada que ver con el escándalo", expresó Cardinali. Y agregó: "Fueron momentos dificilísimos, porque todo el mundo sabía lo que me estaba pasando. No pienso entrar en detalles, pero les aseguro que fue mucho peor que lo que salió publicado, porque cuando uno se rodea de gente mala, termina actuando como una mala persona”.
En todo momento, Julieta aclaró que priorizó su bien y el de su hija Charo: "Nos retiramos porque fue todo muy violento. Por algo pasan las cosas, ¿no? Con todo esto redescubrí dónde quiero ir, qué quiero para mí y para mi hija, y con quién quiero estar", cerró.
Que haya paz...