A los 35 años está en la plenitud de su carrera y tiene un futuro más que prometedor. se formó y lució en los más prestigiosos escenarios del mundo: Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, The School of American Ballet, Royal Ballet de Londres y Het National Ballet de Holanda.
Sin residencia estable por sus continuas giras alrededor del mundo, Iñaki regresa al país para ofrecer su propia puesta en escena de , los días 11, 12 y 13 de noviembre, en el de Córdoba. Y Ciudad.com aprovechó la presentación del clásico ballet de Tchaikovsky para tener una charla íntima con Urlezaga:
"No bailaría en un programa tan masivo como ShowMatch, es difícil salir sin mancharse".
- ¿Cómo preparas el estreno de El Cascanueces que te encuentra como director, coreógrafo y bailarín?
- ¿Suena como mucho, no? Estoy preocupado, corriendo con los tiempos y poniendo el énfasis en lo creativo. Cuento con todo un equipo atrás que me ayuda para lograrlo.
- ¿Es difícil dividirse roles tan disímiles uno mismo?
- Trato de dividirme, ensayar por un lado con los bailarines y desligarme del resto de las cosas, confiando en mi equipo porque la obra está muy bien como está. Yo la monté, entrené a los bailarines y ahora la mayoría del tiempo están mis asistentes. Pero no puedo hacer tantas cosas a la vez, aunque subo y bajo continuamente para estar con un rato con cada actor de la obra.
- ¿Tenés a alguien que te marque los detalles a vos también?
- Sí, claro. Puedo tener buenas ideas, pero quizá la concreción es espantosa. Lilian Giovine, mi directora, confío plenamente en ella. Es un lindo grupo, todos aportan ideas. Además, es la primera vez que lo voy a bailar esta puesta, a pesar de que sea un clásico.
"No estoy en pareja… tampoco estoy solo. Estoy muy bien"
- Tus presentaciones son, generalmente, para un público selecto. Sin embargo, ¿bailarías en ShowMatch como Hernán Piquín? ¿Te animarías a incursionar así en lo popular?
- No sé si en un programa tan masivo, donde todo va más allá de lo profesional. Para mí en un lugar así es difícil salir sin mancharse. Y en lo práctico, con los viajes y todos los compromisos que tengo, se me complicaría. Por ahora la verdad que no me interesa...
- ¿Y te gusta lo que hace Hernán Piquín?
- Lo que hace ahí no tiene mucho que ver con algo que se baile en el Colón, pero sí. Es funcional, le da brillo al certamen. Se ven otro tipo de bailarines, otro tipo de estéticas. Al concurso le sirve muchísimo tenerlo.
- La carrera de bailarín, como la de los deportistas, suele ser muy corta. ¿Qué pensás hacer después de retirarte?
"Hernán Piquín le da brillo al certamen. Se ven otro tipo de bailarines, otro tipo de estéticas. Al concurso le sirve muchísimo tenerlo".
- Todavía ni me lo consulto. Es muy temprano para pensarlo.
-¿Cómo está tu vida sentimental?
- No estoy en pareja… tampoco estoy solo. Estoy muy bien
- ¿Te gustaría casarte?
- No sé si de manera tan formal. Pero sí, lógicamente, tenga el rótulo que sea, que es lo menos importante para mí, el proyecto afectivo es lo más lindo que a uno le puede pasar.
Me gustaría ser papá, eso sí. Por ahora no estoy instalado en Buenos Aires como para dedicarle tiempo y priorizar a la criatura, pero cuando tenga la vida organizada, seguro que es algo que me encantaría vivir.
- ¿Cómo concilias tu vida afectiva con tantos viajes?
- Estoy acostumbrado, siempre fue así. Vivo una vida apurada, disfrutando los pocos momentos que me quedan libres.
- ¿Qué hacés para desenchufarte y salir de la rutina?
- Me gusta escuchar música tranquila, como . Cuando puedo también voy al cine o miro películas en casa, me gustan las comedias y los films que te dejan algún mensaje para reflexionar.
- ¿Y ya pensás dónde te vas de vacaciones después de El Cascanueces?
- ¡Buena pregunta! Pero no, no lo sé todavía. Me gusta veranear en la playa y siempre trato de que sean diferentes mis vacaciones. Mi agenda está tan estructurada con mi trabajo, que intento que el ámbito personal sea lo más libre posible.