Ricky Martin pisó suelo argentino y anoche se presentó ante 10 mil personas en el Orfeo Superdomo de Córdoba. Fue un show impactante que una escenografía y un despliegue coreográfico increíble, sin hablar de su voz que cautiva.
Dentro del marco de la gira Música+Alma+Sexo, el boricua hizo delirar al público cordobés con elementos para narrar todo: ocho bailarines, nueve músicos integrados al protagonismo, una puesta de jaulas de varios niveles, pantallas al fondo y a los costados, el vestuario sobrio de Armani y, por sobre todos, él, según detalló La voz del interior.
Cantó temas de su último disco, que lleva el mismo nombre que la gira, pero obviamente no se olvidó de sus clásicos, baladas y movidos como Vuelve, La bomba, María y Livin’ la vida loca, que lo han consagrado como la súper estrella que es hoy en todo el mundo.
Ricky, antes del show, estuvo refugiado en su camarín lejos del tránsito de personal y técnicos. Su mamá, su pareja, Carlos González Abella, y sus dos hijos, Valentín y Mateo, en el círculo íntimo que acompaña a la estrella durante el periplo del tour.
Esta noche, a las 21.30, Martin vuelve al Orfeo Superdomo con localidades agotadas y el 16 de septiembre se presentará en River Plate.
¿Hay que pedirle más?